Martes 1º de junio de 2010, p. 36
Las medidas para tener espacios libres de tabaco no han sido tan efectivas como se esperaba, sobre todo porque estas acciones se han aplicado de manera graudal, aislada y sin la participación de la sociedad, dijo Guadadalupe Ponciano Rodríguez, responsable de la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacioanl Autónoma de México.
Si bien se retiraron los anuncios publicitarios de la televisión, se han incrementado en revistas y las empresas tabacaleras envían publicidad a la población a través del correo electrónico. Además, de manera indiscriminada se utilizan sitios como los parabuses para colocar llamativos promocionales. Y cuando se prohibió fumar en bares y restaurantes se encontró un resquicio en la ley para hacer adecuaciones en los establecimientos, presentando una terraza
, y con ello permitir el consumo de tabaco.
Para que estas medidas funcionen, explicó, es necesario que si se sube el precio de los cigarros sea un incremento considerable: la nicotina es tan adictiva que las personas no dejan de comprar si sólo les cuesta un poco más
. Estimó que en México estos aumentos han sido tan graduales que las mismas tabacaleras los han absorbido para que no se reflejen en el precio al consumidor.
En otros países hubo un impacto importante en la disminución del consumo cuando el costo subió más de 50 por ciento. Por eso, acotó, la nueva propuesta a las cámaras fue que, mínimo, subieran 10 pesos por cajetilla a manera de impuesto, para que impacte en el consumo, y que estos recursos se canalicen de manera positiva, precisó.
Lamentó que se haya dejado de lado la prevención. No veo campañas consistentes
, ya que para que éstas tengan impacto real deben ser constantes. Adicciones como el tabaquismo deben ser abordadas como un problema de salud pública, porque el tabaco, que es una droga legal, abre la puerta para el consumo de sustancias como alcohol y drogas ilegales, alertó.
En el caso de los adolescentes, se ha demostrado que quienes fuman tienen 13 veces más posibilidad de empezar a consumir bebidas embriagantes y mariguana.