La Habana, 31 mayo. En Cuba hay más de mil 500 ancianos mayores de cien años. Y aunque expertos insisten en que no hay una receta para ello, los centenarios cubanos comparten algunas características vitales: se mantienen activos, pero relajados, y con buen estado de ánimo; evitan el trabajo y el alcohol y no abusan de los medicamentos.

Una decena de estos ancianos compartieron hoy sus experiencias en un hotel de La Habana. Rosa María, quien cumplió 103 años el pasado sábado y se mueve sin ayuda de bastón, dijo: A los jóvenes de hoy les diría que tengan un poco de calma, que llevan una vida muy agitada. También recomienda una dieta saludable.

Iluminada Ceveño está a punto de cumplir 101 años y pone la cafetera todos los días al despertarse, a las seis de la mañana. Asegura que, además de jugar a las cartas y al dominó, lo que más le gusta es atender la casa en la que vive con una de sus hijas.

Genética y estilo de vida

La doctora Josefa González Pino, autora de un estudio sobre el tema, estima que la genética sólo es en 35 por ciento la causa de una longevidad avanzada, y el resto lo da el estilo de vida.

Un punto en común entre los ancianos presentes en el encuentro es que ninguno bebe ni fuma desde hace décadas.

Según la doctora González Pino, los centenarios rechazan también la automedicación.

Asegura que la forma de afrontar la vida también es crucial. Se mantienen muy relajados. No quiere decir que no vivan tensiones, pero saben procesarlas, afirma. “Han tenido que vivir momentos muy traumáticos, como pérdidas de seres queridos cercanos, incluso de hijos, y son capaces de decir ‘esto es parte de la vida y hay que seguir adelante’.”