El presidente Felipe Calderón defendió ayer el traslado de los restos de los 12 héroes de la Independencia al Castillo de Chapultepec, con el argumento de que es para evaluar su estado, prever su conservación y llevarlos al Palacio Nacional para que lo mexicanos les rindan homenaje.

Desatada la polémica sobre la autenticidad de los restos extraídos del Ángel de la Independencia y la utilidad de que sean estudiados en el Museo Nacional de Historia, Calderon exaltó a los iniciadores de esta lucha, al señalar que su sacrificio debe servir a esta generación para preservar nuestra sagrada libertad y no desfallecer nunca.

Antes de rendir honores militares a las osamentas, acompañado de integrantes de su gabinete y miembros de los poderes de la Unión, aprovechó para reivindicar al gallardo Ejército Nacional y fuerzas armadas emergidas del pueblo, cuando aludió al primer ejército insurgente que encabezó el movimiento de independencia.

De Miguel Hidalgo y Costilla resaltó que fue el artífice del México soberano y quien despertó del letargo a los nacidos en estas tierras, mientras de Morelos destacó su labor en la creación de las bases políticas de la República.

Con breves palabras resumió las aportaciones que hicieron al movimiento de independencia Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez, Mariano Matamoros, Nicolás Bravo, Leona Vicario, Andrés Quintana Roo, Francisco Xavier Mina, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.

Llamó a festejar con júbilo la patria, y destacó, por ejemplo, que Guerrero y Victoria fueron dos titanes de la gesta de Independencia.

Mientras se escuchaban gritos de protesta del Sindicato Mexicano de Electricistas, también convocó a ponderar las palabras dichas por Morelos: morir no es nada cuando por la patria se muere.