El incrementeo de la violencia y la inseguridad ha provocado que niños y adolescentes en situación de calle, además de ser víctimas de extorsiones policiacas, ahora lo sean de narcomenudistas y bandas de delincuencia organizada.

Durante la presentación del estudio Niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situaciones de calle, especialistas en el tema afirmaron que la crisis económica ha agudizado las agresiones intrafamiliares y limitado las posibilidades financieras de este núcleo, por lo que se ha intensificado el callejerismo infantil.

El estudio fue elaborado por las instituciones de asistencia privada Pro niños de la Calle Ednica, Fundación San Felipe de Jesús, Fundación Dar y Amar, y Yolia, niñas de la calle, asesoradas por especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Cambian patrón de vida

En entrevista, Gabriel Rojas, director de Ednica, precisó que la mayoría de esos menores huyen de sus casas por la violencia, y ahora ésta se ha incrementado en las calles, lo cual los ha orillado a cambiar su patrón de vida en comunidad y han dejado de andar en grupos, lo cual los hace presas más fáciles de policías y narcomenudistas.

Comentó que la mayoría trabaja de limpiaparabrisas, lavacoches, en tareas para comercios y faquirean –se acuestan sobre vidrios–, por lo cual tienen más dinero y esto lo saben policías y delincuentes que los extorsionan.

Apuntó que el hecho de que tengan dinero ha hecho que mejoren su apariencia: no visten ropa vieja ni sucia.

Esto podría ser una ventaja, pero tiene un ángulo inconveniente, señaló Lourdes Garza Caligaris, de Fundación Pro Niños de la Calle: los invisibiliza ante las agrupaciones de ayuda, muchas de las cuales en ocasiones los detectan sólo por casualidad.

Rojas y Garza indicaron que muchos menores visten de acuerdo con las tendencias culturales y algunos duermen en hoteles baratos.

La disposición de dinero y la ampliación del mercado de drogas, así como la baja en sus precios, ha posibilitado que estos menores ahora consuman, además de inhalantes, cocaína y crack. Rojas aseguró que 90 por ciento de los niños de la calle consumen enervantes en forma constante.

Indicó que sólo 10 por ciento son menores de 18 años y descartó que sean obligados por la delincuencia organizada a sumarse a sus filas.