Valparaíso, 21 de mayo. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, aseguró hoy estar lejos de iniciar una carrera armamentista o tener pretensiones expansionistas en nuestro continente, y aseguró que en esta materia haremos todo en un contexto de transparencia ante los países vecinos.

El mandatario hizo este ofrecimiento durante la lectura de su primer informe de gobierno ante el Congreso Nacional, ubicado en esta ciudad portuaria, cuatro meses después de haber asumido la Presidencia de la República como el primer político de un partido de derecha que llega por la vía electoral desde 1958.

Chile enfrenta actualmente en el tribunal de La Haya una demanda limítrofe con Perú, que reclama 35 mil kilómetros cuadrados de mar patrimonial en su zona limítrofe sur. Al mismo tiempo, el Estado chileno tiene pendiente una demarcación fronteriza con Argentina en los llamados Campos de Hielo Sur.

El gobernante ofreció recuperar la capacidad de crecimiento económico perdido en los últimos 12 años, con tasas de hasta 6 por ciento anual, mejorar la calidad de la educación y los servicios de salud e impulsar el ingreso per cápita de 14 mil a 22 mil dólares.

Prometió además impulsar una reforma laboral que favorezca el empleo, así como un seguro por desempleo para todos los chilenos sin trabajo.

Dijo que su programa económico propiciará la creación de 200 mil empleos en un año y aseguró que durante su mandato de cuatro años impulsará la formación de pequeñas y medianas empresas, las que calificó como grandes creadoras de empleos.

Estudiantes y sindicalistas lanzaron piedras y botellas con pintura a agentes del cuerpo de Carabineros y a vehículos policiales que resguardaron la sede del Congreso Nacional, en demanda de mejores proyectos educativos y en protesta por el reciente despido de empleados públicos.

Los manifestantes fueron convocados por la Central Unitaria de Trabajadores y la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales. Unas 600 personas acudieron al llamados de esas organizaciones.

Los disturbios se iniciaron cuando el contingente policial intentó traspasar las barreras que cerraron el paso sobre la calle que conduce a la sede parlamentaria, custodiada por alrededor de mil 200 uniformados.