La Royal Shakespeare Company culminó puesta en escena en la web
En el experimento interactivo, la institución inglesa resistió la presión de los tuiteros, que pedían salvar la vida de los protagonistas, convertidos en adictos a esa red social durante cuatro semanas
Sábado 22 de mayo de 2010, p. 2
La semana pasada murieron Romeo y Julieta en Twitter. Hubo sentimientos encontrados entre sus seguidores: tristeza y aplausos.
Dolor entre quienes se metieron de lleno en la ficción que representaron a través de esa red social los seis actores de la Royal Shakespeare Company (RSC) de Inglaterra; emoción y algarabía de parte de quienes gozaron en tiempo real la versión libérrima y contemporánea de uno de los clásicos del escritor inglés.
Casi 6 mil tuiteros siguieron durante cuatro semanas a la bella adolescente Julieta, interpretada por actriz Charlotte Wakefield, y compartieron con ella sus sueños, sus tristezas, a través de las imágenes y videos que lanzó al ciberespacio.
Muchos asistieron a su fiesta de cumpleaños, la ayudaron a elegir el atuendo de ese día, se disfrazaron con máscaras y fueron testigos del momento cumbre, cuando conoció al amor de su vida, Romeo.
Impresionante cómo Shakespeare me conmueve todavía, aunque lo lea y relea mil veces
, escribió Silvana da Costa Alves, desde Brasil.
¿Literatura? No en sentido estricto, cuestionaron los especialistas mediante algunos artículos publicados en la prensa. Entre los comentarios menos severos se dijo que la puesta en escena tuitera se asemejaba “a un collage entre reality, telenovela y obra de teatro”.
Otros se asustaron con el lenguaje y las humaredas de mariguana
de uno de los protagonistas. Mientras los más ortodoxos acusaron a la RSC de reducir los diálogos sublimes creados por Shakespeare a una burda comunicación telegráfica
, con palabras cortadas y letras remplazadas por números, como afirmó la bloguera del diario The Guardian, Charlotte Higgings.
Pero fueron los miles de lectores-admiradores los que dieron sentido al proyecto, sobre todo al intentar, en vano, cambiar la historia propuesta por el autor de Hamlet: no querían muertes, sino un final feliz.
Pero la Royal Shakespeare Company se mantuvo fiel a la historia, enriquecida por la interacción en tiempo real con el público, el cual, al final de cuentas se convirtió en un protagonista más de tan peculiar espectáculo.
Por ejemplo, la muerte de Mercucio, el mejor amigo de Romeo, y de Teobaldo, hermano de Julieta, debido a la acre disputa entre los Montesco y los Capuleto, desató un bombardeo de mensajes para que se les perdonara la vida, a razón de 100 por minuto.
No sirvió de nada, ni siquiera el blog que creó una usuaria identificada como Nantoyara para salvar a Mercucio (mercuteiosgroupies.blogspot.com).
Mucho menos se alteró el destino que esperaba a los enamorados. En este caso, hubo quienes comenzaron a recitar con ellos el texto, hasta los que tomaron los acontecimientos con humor negro: “ahora @romeo_mo y @julietcap16 son los nuevos #twitterossuicidas, pero sofisticados. Será que son ingleses”.
También se sugirieron videos a modo de banda sonora para cada escena, algunos inspirados en West Side Story, otros colgaron diversas versiones del aria Oh Fortuna, de Carmina Burana, para acompañar la lucha de los dos amantes por estar juntos.
Nada está prohibido
Esta lectura colectiva en el lenguaje de las redes sociales confirmó para muchos que, en cierta manera, el arte literario no agoniza, sino que se encuentra en periodo de adaptación a los recursos tecnológicos, pues no se trató de una propuesta azarosa. El trabajo de los actores tuiteros contó con la dirección escénica de la argentina Roxana Silbert, así como con ensayos en talleres, juntas de discusión del giro de los personajes, muchas llamadas telefónicas y sesiones de chat
, además de la producción y preparación de videos e imágenes.
La muerte de los protagonistas no marcó el final del proyecto llamado Such Tweet Sorrow, pues en estos días continúan las preguntas y respuestas entre el público y los realizadores, todo vía Twitter, por supuesto.
La principal inquietud es si habrá otra temporada
con una obra distinta, la respuesta de la RSC es que tienen muchas ideas para seguir explotando las redes sociales en beneficio del arte escénico: nada está prohibido, todo es posible
.
“¿Pondrán Sueño de una noche de verano? ¡Sería estupendo!”, pregunta un tuitero.
Mmm... necesitamos vacaciones
, le responden.
El objetivo planteado en el arranque de Romeo y Julieta en Twitter, documentado por La Jornada el 13 de abril de 2010 se cumplió: miles personas en todo el orbe, entre ellas muchos jóvenes se conectaron
con un Shakespeare fresco, audaz.
Si la idea se replica con otras obras, pronto conoceremos a un Quijote que cabalgará en una desvencijada moto por La Mancha, mientras Sancho tuitea en su Blackberry contando al mundo las locuras del caballero, atrayendo lectores al monitor de la computadora.
Con información de eltiempo.com