Jueves 20 de mayo de 2010, p. 17
Bruselas, 19 de mayo. La Iglesia católica de Bélgica está decidida a eliminar de raíz nuevos escándalos de pederastia y abusos sexuales a menores, como el que forzó la dimisión hace un mes del obispo de Brujas, Roger Vangheleuwe, según informa hoy la radiotelevisión pública belga flamenca VRT.
Para evitar nuevos abusos, la jerarquía de la Iglesia católica belga acaba de aprobar la introducción de un estricto código de comportamiento con niños, adolescentes y otros grupos sensibles
, que deberá ser seguido a rajatabla por los sacerdotes, por ejemplo en el caso de colegios religiosos o internados.
El caso del obispo de Brujas, quien presentó su dimisión voluntaria (aceptada inmediatamente por el Vaticano) tras haber reconocido que abusó de menores, ha provocado en Bélgica una cascada de reacciones negativas en relación con la cúpula de la Iglesia católica. Desde que Vangheleuwe presentó públicamente sus disculpas, han sido centenares
las denuncias interpuestas acerca de nuevos casos de presuntos abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia católica belga, según la cadena VRT.
De acuerdo con el periódico belga flamenco De Standaard, desde la dimisión del obispo de Brujas se ha producido en Bélgica un efecto contagio
, que ha animado a presuntas víctimas de abusos por religiosos a sacar sus casos a la luz.
En una carta pastoral se pide que cuanto antes
se adopten medidas de comportamiento ejemplares
en el tratamiento de jóvenes y adolescentes por miembros de la Iglesia.