Toluca, Méx., 18 de mayo. La tarde del domingo 18 de abril, Benito Miguel Hernández, Fortunato Cruz Macedo y Felipe Vidal Evodio, policías municipales de Chapa de Mota, salieron a una encomienda no oficial al estado de Guerrero. Un mes después, nadie sabe de su paradero y las autoridades no los buscan, a pesar de que sus familiares interpusieron una denuncia por desaparición de personas.

Los tres partieron de Chapa de Mota en una patrulla. Acompañaban al director de seguridad pública municipal, José Luis Valdés Gorostieta, originario de Guerrero, quien regresó a su casa cuatro días después.

Tras permanecer en su vivienda más de una semana, el lunes 4 de mayo Valdés Gorostieta volvió a su trabajo. Rindió declaración ante el Ministerio Público tras recibir un citatorio de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), pero se ha negado a comentar lo sucedido a sus acompañantes.

La patrulla en que salieron fue hallada el 20 de abril en la comunidad de Desposados, municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, con más de 150 impactos de bala. Se encontraron más de 400 cartuchos percutidos de rifles AR-15 y AK- 47, así como rastros de sangre dentro del vehículo.

Sus familiares denunciaron que ninguna autoridad los busca, a pesar de que existe una averiguación previa en la PGJEM.

Blanca, esposa de uno de los uniformados, aseguró hoy que han perdido la esperanza de encontrarlos y relató que sus parientes fueron a buscarlos.

Las personas que viven cerca del paraje donde se localizó la patrulla les aseguraron no haber escuchado nada extraño, pero les sorprendió que un vehículo de seguridad pública del estado de México estuviera abandonado en esas condiciones.

Este mes los familiares se han manifestado tres veces frente a las oficinas de la PGJEM en Toluca. De nada han servido las visitas. Sólo nos dicen que se está investigando, pero en realidad vemos mucho desinterés del Ministerio Público, dijo la esposa de uno de los agentes, que prefirió omitir su nombre.

Esta mujer dice que no entiende por qué la procuraduría no ha detenido al jefe de la policía municipal de Chapa de Mota, que fue quien se los llevó a Guerrero a no se qué cosa. Él debe de saber qué ocurrió, porque viajaba con ellos. Se ha negado a recibirnos para explicarnos qué pasó. Sabemos que fue a declarar al Ministerio Público el 29 de abril, pero no sabemos qué dijo sobre el paradero de nuestros esposos. Sólo queremos saber la verdad, aunque sea dolorosa, si están vivos o muertos, dijo.

El presidente municipal, el priísta Joaquín Cruz Salazar, tampoco ha querido declarar sobre el tema y no ha recibido a los familiares de los desaparecidos para darles una explicación de lo acontecido. ¿Por qué nos ocultan la verdad? ¿Cuál es el motivo para no darnos la cara?, reclaman las parientes.