Cuaumóchitl
l guamúchil, presente en buena parte del territorio nacional, tiene como nombre técnico Pithecellobium dulce; pertenece al género Pithecellobium, es de la familia de las leguminosas y de la subfamilia de las mimosas, como bien apunta Leonardo Martínez Torres, dato que le agradecemos.
La tendencia indígena de aprovechar de manera integral las plantas también se manifiesta en este caso; del guamúchil se utilizan la madera, los renuevos de las hojas, las hojas, las vainas, los arilos y las semillas.
Por su follaje, el guamúchil se siembra para dar sombra al ganado, que además puede alimentarse de las hojas, pues son ricas en proteína. Por su resistencia, con la madera se construyen cercas y postes; también se utiliza como combustible. De la corteza se extrae un tinte amarillo rico en taninos que sirve para curtir pieles; por esta misma cualidad se usa en la medicina tradicional como astringente.
Fray Juan Navarro en su Historia natural o Jardín americano da cuenta de las propiedades medicinales de la corteza de la raíz; la considera fría y astringente, cura las cámaras y los flujos de sangre. Su cocimiento sana las llagas y las encarna
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Francisco Hernández escribe en su Historia natural de Nueva España (1571) que el cuaumóchitl, árbol del fruto parecido al maíz reventón, es un árbol espinoso con hojas como de granado, pero de punta un poco más obtusa; con capítulos como los de epítimo, pero mayores, en la punta de las ramillas, y vainas de color púrpura y rojo llenas de semilla negra, la cual, aunque es comestible y de sabor agradable, inficiona el aliento con un mal olor
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En cuanto a los usos medicinales registra que la corteza contiene las disente-rías y demás flujos. “Las hojas con sal y pimiento curan el empacho…” En algunos lugares se prepara un cocimiento con las hojas para paliar la tos.
De la corteza emana una goma transparente; se trata de un mucílago de viscosidad intermedia entre la del tamarindo y la goma arábiga. Como el árbol es alto, muchas veces se utiliza un palo largo con gancho para bajar las vainas, aunque éstas caen cuando maduran.
Como parte de las actividades del Año de la Biodiversidad, el 21, 22 y 23 de mayo la Universidad Nacional Autónoma de México estará de fiesta, pues este fin de semana habrá conferencias, tianguis, proyecciones y degustaciones vinculadas al tema La milpa, baluarte de nuestra biodiversidad biológica y cultura. Tendrá lugar en la explanada de la Biblioteca Central, y en distintas escuelas e institutos, tanto en CU como en otros espacios universitarios. El programa puede consultarse en la página electrónica www.milpa.unam.mx. Entrada libre.