Cantabria, 16 de mayo. La desaparición de Diego Fernández de Cevallos alcanzó tintes internacionales, ya que el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se pronunció por la pronta liberación del político secuestrado, y condenó estos hechos.

En un almuerzo que tuvo lugar en la localidad de Santillana del Mar, al inicio de la visita del presidente Felipe Calderón a España, el político socialista condenó la criminalidad y los secuestros; además declaró estar siempre muy cerca de México y de su presidente en ésta que definió como una lucha ejemplar.

Ante Calderón y empesarios españoles, Rodríguez Zapatero dijo saber que el ex candidato presidencial del PAN es un amigo y un hombre de gran importancia y relevancia política en México.

Amigo del llamado Jefe Diego, el embajador de México en España, Jorge Zermeño, confió en Dios en que su correligionario se encuentre bien y que esta noticia tenga un desenlace mejor.

El ex diputado blanquiazul lucía consternado, y resaltó que el ex senador nunca quiso traer ningún tipo de seguridad, además era muy querido y muy respetado en todos los lugares adonde se movía.

Diego es como un hermano para mí, la verdad es que esta noticia me puede mucho; confío en Dios, en la fortaleza de Diego y en que se encuentre bien. No tengo más datos. Es un gran amigo, un gran mexicano, un hombre que siempre enfrentó la vida con valor y con el que tengo la mayor de las amistades; espero que esté bien, comentó a la prensa.

Zermeño explicó que estuvo en contacto con gente muy cercana al panista, pero no con sus hijos, y que está la expectativa y con el dolor de saber una noticia como ésta.

El embajador elogió a su compañero de partido, con quien dijo haber compartido mucho tiempo juntos, porque actuó siempre con una mirada positiva hacia la vida y, desde luego, sin ningún temor ante la muerte ni ante otras cosas.