Manuel Espino, ex dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), denunció que personajes cercanos al presidente Felipe Calderón realizan desde hace años una campaña de hostigamiento en su contra que raya en la persecución al más puro estilo del viejo priísmo.

Destacó que a los calderonistas se les cuecen las habas por expulsarlo del partido. Advirtió que incluso si logran sacarlo del padrón de afiliados, seguirá siendo panista.

Recordó que antes de los comicios de 2009, el propio presidente Felipe Calderón pidió que se agilizara su expulsión, pero se acordó esperar y hacerlo después de los comicios, a la espera de un triunfo que hiciera pasar el hecho inadvertido. Pero como la elección fue un fracaso, no se abordó el asunto, abundó.

Refirió que hace unos días el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN decidió integrar un expediente con sus declaraciones para definir si merece ser sancionado, mientras la dirigencia del estado de México inició un proceso de expulsión.

Cuando se le preguntó sobre su posible salida voluntaria del blanquiazul, dado el diferendo que existe, Manuel Espino puntualizó que nunca va a renunciar a Acción Nacional.

En un recuento de los agravios recibidos, destacó que por órdenes del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, le fue cancelado un espacio de comentario editorial semanal que tenía en una radiodifusora.

Boicot de Germán Martínez

Añadió que el ex dirigente Germán Martínez dio instrucciones a los legisladores del PAN para que no acudieran a un foro internacional sobre seguridad en Colombia, convocado por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que Espino preside.

Agregó que desde el CEN se ha presionado a líderes y militantes para no acudir a las presentaciones de su libro Señal de alerta, con el argumento de que es un texto para golpear al gobierno de Calderón.

Señaló que el titular del Ejecutivo ordenó a Martínez que lo vetara si llegaba a buscar una candidatura para diputado federal en 2009 y que todos aquellos que colaboraron en su presidencia sufren un veto permanente si pretende ocupar puestos de gobierno o en su partido.

La última acción en su contra fue que le negaron el uso del castillo de Chapultepec para la presentación de su nuevo libro, pese a que ya había pagado 75 mil pesos, abundó.

Por último, negó que esté prolongando de manera irregular su permanencia en la presidencia de la ODCA, como se dijo en la más reciente reunión del CEN.

Explicó que no se ha renovado dicho cargo porque no se ha podido reunir el consejo directivo que convoca el congreso electivo.