Buenos Aires, 10 de mayo. Las relaciones entre Argentina y Gran Bretaña se tensaron aún más en las últimas horas, después de que la cancillería británica reiteró que defenderá los intereses en sus territorios de ultramar”, lo que se consideró aquí un respaldo la amenaza formulada por el integrante del gobierno de las ocupadas islas Malvinas Jan Cheek, acusó quien acusó a Buenos Aires de interferir en la economía del archipiélago, y advirtió que tienen una fuerza militar lo suficientemente grande como para disuadir ante cualquier intento de invasión.

La empresa británica Rockhopper Exploration anunció el pasado 6 de mayo que encontró petróleo en la cuenca norte de las Malvinas, territorio que Gran Bretaña mantiene como zona colonial a pesar de que las islas se encuentran a más de 14 mil kilómetros de ese país y a sólo 400 de Argentina continental, y en su plataforma marítima.

La cancillería argentina advirtió en un comunicado tanto al gobierno británico como a la empresa que tomará todas las medidas necesarias para impedir esas acciones ilegales en el marco del Derecho Internacional, en referencia a una resolución de Naciones Unidas, que ordena a ambas naciones a abstenerse de realizar acciones unilaterales mientras se resuelve el diferendo.

Rockhopper Exploration informó este fin de semana que el crudo encontrado era de buena calidad, lo que logró la inmediata subida de sus acciones en la bolsa de Londres.

Las exploraciones son realizadas por Plataforma Ocean Guardian, cuya llegada a las islas a principios de este año provocó una fuerte reacción internacional, ya que Gran Bretaña violaba las resoluciones de

la Organización de Naciones Unidas.

La propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner mencionó la posición argentina en sus últimos discursos cuando dijo que nuestro país ha destacado en diversas oportunidades la ilegalidad de cualquier operación realizada sin la autorización de Argentina en la exploración de recursos argentinos no renovables.

Algunos analistas locales estimaron que Rockhopper hace un manejo de sus anuncios especulativamente, ya que sus acciones como se pudo ver subieron a niveles récord por segundo día consecutivo. En el gobierno argentino no descartaban que haya una intención especulativa detrás de los anuncios, sostiene Página 12.

De acuerdo al matutino argentino los anuncios sucesivos le generaron a Rockhopper ganancias bursátiles explosivas.

Otra empresa británica había revelado a fines de marzo pasado que el petróleo encontrado era de mala calidad, y esto provocó el desplome de sus acciones, que volvieron a subir ahora.

Sin embargo, las advertencias británica de las últimas horas con amenazas nada disimuladas sobre la capacidad militar británica que mantiene una virtual base en las Malvinas, parece buscar provocadoramente otra respuesta argentina.

En 1982 los dos países se enfrentaron en una guerra muy dispar, después que el ex presidente de la dictadura militar, Leopoldo Fortunato Galtieri ordenó retomar vía militar las islas Malvinas ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña en 1833, lo que terminó con el envío de la Flota Británica y la llamada guerra del Atlántico Sur, que como era previsible ganó ese país europeo, y aprovechó para consolidarse militarmente en el lugar.

El mensaje actual de la cancillería argentina elige el camino diplomático para dirimir la situación, entendiendo además que se cuenta con el invalorable respaldo de la comunidad internacional y en especial de los países latinoamericanos y caribeños, tal como se expresó durante la Cumbre de Cancún, México en la resolución que se conoció el 22 de febrero pasado.

Allí por unanimidad los mandatarios de América Latina y el Caribe expresaron un fuerte respaldo al reclamo argentino ante el Reino Unido por la soberanía de las Malvinas y también en rechazo a las exploraciones petroleras británicas, después que la presidenta argentina expuso la situación comenzando por la realidad geográfica de donde están ubicadas las islas.

El pasado 3 de mayo, durante la Cumbre de Presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) no sólo hubo pronunciamientos por el tema de la sobrenada argentina, sino también rechazo a lo actuado por Gran Bretaña, en violación a resoluciones internacionales, por su actuación en estos tiempos en las Islas.