Mandos superiores, entre los principales responsables, señalan
Miércoles 28 de abril de 2010, p. 50
Una encuesta realizada entre los trabajadores del Instituto Federal Electoral (IFE) revela que 53 por ciento consideran que en el instituto se aplican prácticas discriminatorias.
En el sondeo, que es parte del informe del Programa integral contra la discriminación y en favor de la equidad laboral y de una cultura democrática dentro del IFE, los trabajadores consideraron que los principales responsables de la discriminación son los mandos superiores (35 por ciento), seguidos por el superior jerárquico (15 por ciento).
El citado informe será presentado este mediodía, durante la sesión del consejo general, e incluye un nuevo Protocolo para la no discriminación de personas tránsgenero y transexuales en el instituto. Tras indicar que este año se dio un primer caso de solicitud formal de cambio de sexo, dicho protocolo refiere que para obtener este procedimiento el interesado deberá acreditar que le ha sido declarada disforia de género o transexualidad
y ha sido tratado al menos dos años para adecuar sus características físicas al sexo reclamado.
Marcada inequidad de género
En el informe destaca lo referente a la marcada inequidad de género existente entre los grupos jerárquicos, pues en el nivel directivo, 90 por ciento del personal son hombres y en el nivel ejecutivo la proporción de varones es de 86 por ciento.
El informe compara esta desproporción con las cifras del Congreso, en cuyas cámaras la presencia femenina oscila alrededor de 20 por ciento.
Al desglosar la percepción de los trabajadores sobre la discriminación laboral, según la encuesta, el informe refiere que 47 por ciento afirma haber sido víctima de al menos un acto de discriminación: 25 por ciento de casos fueron por embarazos, y otro 22 por ciento, relativos al género.
Un 26 por ciento de los empleados consideraron que los aumentos de sueldos y promociones se sustentan en el color de la piel, la edad y la apariencia, entre otros factores.
Con dicha encuesta se pretenden instrumentar acciones tendientes a favorecer la equidad laboral. Entre ellas, el informe se contiene el denominado protocolo para la transición y no discriminación de los derechos de las personas transgénericas y transexuales del IFE.
Dicho protocolo incluye varios conceptos de sicología, entre ellos la disforia de género, que es la que designa la insatisfacción resultante de la discordancia entre la identidad de género y el sexo con el que se nace
, y se utiliza el concepto médicamente para describir sentimientos de angustia, dolor y ansiedad debidos al desajuste entre el sexo físico de un individuo y su identidad de género.
La persona que se encuentre en esta condición tendrá acceso a los servicios sanitarios, cuartos de vestuario, entre otros, correspondientes a su género “sin infringir la privacidad de las demás personas. Cuando proceda la solicitud del cambio de sexo, el secretario ejecutivo asumirá el compromiso de ordenar a las áreas competentes realizar de manera expedita el cambio de nombre y sexo del trabajador que lo promueva cuando la petición esté acompañada del acta modificada de la autoridad civil competente.
El estatus de transgenérico o transexual de la persona se mantendrá privado y confidencial por parte del IFE. Ningún empleado o empleada será requerido en el ámbito de su trabajo para explicar o justificar su vida personal o su tratamiento médico
.
De la Redacción