Profesores normalistas de al menos 20 estados suscribieron la llamada Declaración de Veracruz por la educación normal, en la que demandan al gobierno federal no imponer una reforma curricular por competencias ni modificar planes y programas de estudio de éstas sin establecer mecanismos de consulta y consenso. Calificaron la propuesta, impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), de acción improvisada e impuesta unilateralmente.

Juan Manuel Rendón, catedrático de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), con 30 años de docente, señaló que el documento fue suscrito por más de 500 maestros asistentes al encuentro, que reunió a investigadores, especialistas, profesores y alumnos normalistas, para exigir que antes de aplicar cualquier reforma por competencias se busque un debate crítico y plural del modelo vigente.

Agregó que desde 1997, cuando se aplicó la reforma a los planes y programas de estudio en todas las normales del país, sólo han egresado 4 por ciento de docentes que hoy están frente a grupo, es decir, no se ha evaluado qué funciono o qué falló con el actual programa curricular, y ahora sólo se nos da el argumento de que si ya se aplicó la Reforma Integral a la Educación Básica también se debe llevar a cabo en los sistemas de formación de los docentes de primaria.

Graciela Gutiérrez, académica de la BENM, con 30 años de experiencia en la enseñanza, destacó que en el encuentro, realizado del 22 al 24 de abril en Jalapa, Veracruz, constatamos que esta propuesta, dada a conocer por la SEP, por conducto de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación, que encabeza Marcela Santillán Nieto, es una modificación cuestionada porque no existe ningún consenso para aplicarla y tampoco se conocen los documentos base de la iniciativa.

Que se analicen pros y contras

Explicó que en la declaratoria del encuentro, en la cual los profesores reivindican el legado histórico y cultural de la educación pública y del normalismo, planteamos claramente que antes de aplicar el enfoque por competencias en las normales del país, se debe analizar y discutir ampliamente los pros y contras, sobre todo si aún no conocemos la evaluación y los resultados de la reforma aplicada en 1997.

El documento, del cual tiene copia La Jornada, demanda que la reforma a la educación normal se sustente en los aportes y experiencias exitosas de las instituciones formadoras de docentes, en una evaluación seria de sus fortalezas y posibilidades. La propuesta curricular, agrega, debe abarcar aristas que han sido sistemáticamente olvidadas, como el desarrollo de la investigación educativa, impulso sostenido a la experimentación e innovación pedagógicas y establecer un modelo educativo pertinente a las condiciones del contexto social.

Frente a los retos que implica la formación de nuevos docentes, la declaratoria señala que es necesario una restructuración orgánica y académica de las escuelas normales, que favorezca la consolidación de posgrados, pero también que vigorice su autonomía y financiamiento.