A cuatro años de la represión que las fuerzas armadas federales y estatales realizaron contra trabajadores de la sección 271 del puerto industrial Lázaro Cárdenas, Michoacán, en la que fallecieron dos trabajadores y resultaron heridos decenas de ellos, no se ha consignado a ninguna persona por la muerte y agresiones, señaló el líder del sindicato nacional de trabajadores mineros, Napoleón Gómez Urrutia.

Para recordar estos hechos, los trabajadores de esta sección realizaron un acto en el puerto michoacano, en el que estuvieron presentes dirigentes de la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalmecánica (FITIM), los trabajadores del acero y la Federación Internacional de Sindicatos de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas, entre otras organizaciones.

Gómez Urrutia envió un mensaje en el que exigió castigo penal para los responsables de la represión, la cual, según dijo, se perpetró desde oficinas gubernamentales y de algunos empresarios. También pidió que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos asuma su nueva facultad de considerar los atropellos a las garantías laborales como violación a los derechos humanos de las personas.

Gómez Urrutia recordó que los trabajadores asesinados artera y cruelmente por fuerzas que portaban armas de alto poder ese 20 de abril de 2006, fueron Mario Alberto Castillo y Héctor Álvarez Gómez, y dijo que su único delito fue defender la digna huelga que mantenía la sección 271 en defensa de la autonomía y la libertad sindicales junto con sus compañeros, lucha que se ganó, ya que el paro se mantuvo durante cinco meses más y se lograron los salarios caídos al ciento por ciento, así como aumentos contractuales globales de 48 por ciento.

En su mensaje agradeció la solidaridad de los trabajadores de esta sección con los mineros de Cananea, Sonora; Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero.