La canciller federal alemana, Angela Merkel, llegó este domingo a Berlín luego de un viaje de 60 horas desde Estados Unidos, que incluyó una odisea en tierra por Europa debido a la nube de cenizas volcánicas que afecta al continente.

Es verdad, regresó a Berlín, dijo una vocera de su gobierno.

La canciller salió de San Francisco el jueves, pero su avión no pudo aterrizar en Alemania el viernes por la nube de cenizas.

La aeronave fue desviada a Portugal, donde Merkel pasó la noche del viernes antes de volar a Roma el sábado y viajar en un auto unos 500 kilómetros hasta Bolzano, en el sur de Italia, donde se quedó otra noche.

Para aumentar las complicaciones, un autobús que trasladaba a su comitiva de 60 funcionarios y reporteros sufrió una ponchadura en Italia.

Imágenes de televisión mostraron a Merkel ayer, cuando desayunaba en un hotel de Bolzano, antes de subir a su limusina para cubrir los 700 kilómetros de viaje restantes hasta Berlín.

El hotel era genial, y todos nos sentimos bien y esperamos realizar el viaje hasta Berlín, dijo Merkel a periodistas.