El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, dijo ayer que la violencia no la genera una autoridad que responde frente al violento para proteger al no violento. La violencia la genera la indolencia, la hipocresía y el silencio.

Horas después de la sangrienta balacera que se registró el miércoles en Acapulco, señaló que es urgente construir los antídotos de la violencia, desde el gobierno, en su calidad de monopolio de la fuerza legal para proteger a la gente, y desde la sociedad, en su capacidad de construir una cultura del respeto humano.

Al inaugurar el Coloquio Internacional sobre Trata de Personas Campaña Corazón Azul, en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expuso que al gobierno le toca generar políticas que contengan y sancionen a quienes atentan contra la libertad y la dignidad de las personas, mientras que a la sociedad nacional e internacional no sólo le corresponde colaborar en este esfuerzo, sino también exigirlo y fortalecerlo.

En breve entrevista, se le preguntó concretamente sobre las acciones que realizará el gobierno federal en Guerrero y si habrá un fortalecimiento de las fuerzas armadas y policiacas. Sobre el tema, respondió que el Sistema Nacional de Seguridad Pública está revisando el despliegue de sus fuerzas para optimizar las disponibles en aquellas zonas donde más se necesitan.

Refirió que la intensidad de la violencia ligada a los cárteles es distinta en las diferentes zonas del país y ello implica adaptar constantemente el ejercicio de presencia de la autoridad donde hace más falta.

Este es un fenómeno dinámico y lo seguirá siendo por algún tiempo, razón por la cual debemos estar todos listos, añadió el funcionario, quien reconoció que no se ha podido desterrar la violencia en el país, pero estamos en ese ejercicio y prevaleceremos.

Durante el coloquio sobre trata de personas, Gómez Mont consideró que es violencia la denigración de un menor de edad que es puesto frente a una cámara para estimular los apetitos de alguien. También lo es mantener a las personas en condiciones de esclavitud o secuestrar migrantes y pedir rescate a sus familias.

Advirtió que cuando se deja que la violencia se dé de manera natural en la sociedad todos entramos en riesgo; cuando el temor es una potencia más fuerte que la solidaridad por el otro, todos vamos quedando secuestrados por el discurso del miedo y la violencia.

El secretario de Gobernación se refirió a la Campaña Corazón Azul contra la trata de personas, que impulsa la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), y manifestó que este proyecto exige de la población tomar conciencia de la violencia implícita en los sistemas económicos, sociales y políticos vigentes. También marca la urgencia de que gobierno y sociedad construyan los antídotos a la violencia.

En busca de generar la movilización ciudadana contra ese fenómeno, Gómez Mont manifestó que cuando explotan a una persona laboralmente o con fines hedonistas y no se hace nada por evitarlo, entramos en el riesgo de ser esclavizados de la misma manera.

Frente a este tipo de problemática no es posible volver la mirada hacia otra parte, no es honrado y tampoco es inteligente, subrayó.