Brasilia, 15 de abril. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, inauguró hoy en Brasilia la cuarta Cumbre del Foro de Diálogo IBAS (India, Brasil y Sudáfrica) con duros ataques al actual orden internacional, al cual calificó de desigual, injusto e incapaz.

Ante su par de Sudáfrica, Jacob Zuma, y el primer ministro de India, Manhoman Singh, Lula sostuvo que el foro trilateral, que comanda programas de ayuda a naciones pobres y destinará dos millones de dólares a la reconstrucción de Haití, es una respuesta a un orden internacional desigual e injusto, incapaz de resolver antiguos problemas, como la pobreza extrema y el hambre de millones.

El mandatario brasileño subrayó su demanda de reformar la Organización de Naciones Unidas y de ampliar el Consejo de Seguridad para permitir la presencia de las naciones en desarrollo en los principales centros de decisión de los problemas internacionales.

Lula defendió la rápida reanudación de las negociaciones de la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), como forma de impulsar el desarrollo de los países más pobres. El comercio puede ser una palanca para que los países más pobres concreten su potencial agrícola, dijo.

Al final de la reunión fue emitida la Declaración de Brasilia, en la que se exhortó a Irán a cooperar totalmente con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para superar los diferendos con Occidente. Al mismo tiempo, se reconoce el derecho de Teherán a desarrollar programas nucleares con fines pacíficos de conformidad con sus obligaciones internacionales.

Entre otros puntos abordados, los cancilleres de Brasil, Sudáfrica e India, también expresaron su preocupación por las políticas de Israel en los territorios palestinos ocupados, y reiteraron su apoyo a la creación del Estado palestino con capital en Jerusalén oriental.

El tema de Irán fue tratado también por Lula en su encuentro con el presidente de China, Hu Jintao, al ponerse en marcha esta noche, también en Brasilia, la segunda Cumbre del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), conjuntamente con Singh y el presidente ruso Dimitri Medvediev, quienes se sumaron a la postura de Lula y abogaron por un nuevo orden mundial que reconozca su peso económico e influencia, y abordaron opciones para una solución a la conroversia sobre el programa nuclear iraní.