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La obra va en tiempo; el 3 de mayo llegará a la estación Mexicaltzingo, dice Horcasitas

La Rielera avanza 12 metros diarios en la construcción de la línea dorada

La tuneladora extrae mil 400 metros cúbicos de tierra, que son enviados a tres depósitos

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La Rielera, lista para comenzar su jornada laboralFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de abril de 2010, p. 33

A 11 metros de profundidad, una alarma avisa a los trabajadores que La Rielera está lista para perforar y montar las dovelas del túnel por donde correrán los trenes de la línea 12. Un centenar de trabajadores se alista para apoyarla y cumplir con los 12 metros lineales diarios, lo cual significa sacar mil 400 metros cúbicos de lodo, y verificar el alineamiento horizontal y vertical de la obra.

El suelo blando de la zona representa un reto y más cuando sobre éste se construye un túnel de nueve metros y 11 centímetros de diámetro, que comienza en el cruce de Ermita Iztapalapa y Centeno y llegará hasta Mixcoac, explica el director general del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas, al señalar que los trabajos con la tuneladora van en tiempo y forma, por lo que el 3 de mayo cumplirá su primera meta: llegar a la estación Mexicaltzingo de la línea dorada.

Después de dos meses de pruebas, calibración y operación, este monstruo mecánico, que se utiliza por primera vez en el país, se encuentra en un proceso de transición ya que será entregado por sus armadores al consorcio integrado por ICA-Alstom-Carso en dos semanas a fin de concluir la construcción de las estaciones subterráneas en menos de 24 meses, arrancar las pruebas de trenes y la operación de la línea más larga de la red, con una longitud de 25 kilómetros, en abril de 2012.

La distancia promedio entre cada una de las 20 estaciones es de 1.2 kilómetros, aunque los trabajos más difíciles se presentan en esta tercera etapa, donde ingenieros y trabajadores luchan contra el suelo blando para montar los anillos de las dovelas, integrados por ocho piezas, con un peso unitario de seis toneladas.

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La Tuneladora, lista para comenzar su jornada laboralFoto Jesús Villaseca

Su llegada, desde la planta de Ixtapaluca, provoca que una parte de los trabajadores se alisten para preparar su descenso desde una altura de 11 metros. Otros la montan sobre los rieles colocados en los túneles. El encendido de la alarma significa que comenzará su operación.

Unos jóvenes son los encargados de medir para que quede a punto, mientras el sistema informático verifica su alineamiento. Una vez colocada, se remacha con tornillos de acero y se vuelve a revisar que quede perfectamente montada, pues se trata de un trabajo de precisión, donde no podemos darnos el lujo de movernos ni un centímetro, dice Horcasitas.

Mientras esto sucede, la parte delantera de la tuneladora avanza lentamente y cientos de metros cúbicos de lodo se mueven con presión por un largo tubo hacia el exterior, donde son colocados en un espacio acondicionado para que se sequen y sean enviados a los bancos autorizados de Yehualique, Iztapalapa; Tepexpan, ubicado en la salida a Texcoco, y San Marcos Huiztoco, en el estado de México. Los residuos contaminantes se envían a un depósito especial de Química Eco.

Se han avanzado 175 metros lineales y colocado 114 anillos de dovelas, que revisten el túnel por donde correrá la línea 12, donde laboran 8 mil 200 trabajadores y mil 435 máquinas con un índice de accidentes muy bajo.