Madrid, 10 de abril. Negocio redondo hizo el FC Barcelona este sábado. En el estadio Santiago Bernabéu, derrotó 2-0 al Real Madrid, se quedó con el clásico español por cuarta ocasión consecutiva y dio un importante paso rumbo al título, al recuperar el liderato, a siete jornadas del fin del torneo español.

Con sencillez y efectividad, el conjunto blaugrana confirmó su supremacía sobre el histórico rival y se situó como nuevo líder, con tres puntos de ventaja (más otro del goal-average) sobre los merengues. El Real Madrid ofreció un ejercicio de impotencia y su proyecto de 250 millones de euros en fichajes parece condenado a finalizar sin títulos esta campaña, al contrario del equipo catalán, que camina rumbo a las mismas conquistas del año pasado, liga española y Liga de Campeones.

La primera parte del juego fue un duelo táctico y el espectáculo no era el anunciado por muchos, pero resultaba previsible por la trascendencia del duelo, que se estima tuvo audiencia récord de mil millones de personas.

Movimientos tácticos

Josep Guardiola ofreció una de las alineaciones más revolucionarias desde que dirige al Barcelona, al situar a Daniel Alves en la medular y en la punta al canterano Pedro con Lionel Messi. Sacrificó verticalidad, pero ganó en vigilancia, confiado del gran momento de La Pulga.

El Real Madrid comenzó muy parecido al clásico jugado en noviembre, con Marcelo como volante y Gago, Xabi Alonso y Rafael van der Vaart completando la línea del centro.

Hasta entonces era un encuentro igualado, pendiente de que el mínimo detalle rompiera la tensión. Y eso llegó a los 32 minutos, cuando el Real Madrid se distrajo con una falta. El Barcelona puso el balón en movimiento y aparecieron los artistas: Xavi dibujó un pase de categoría sobre Messi y el argentino bajó el balón con delicadeza, eludió a Albiol en un instante y superó a Casillas con su ya conocida magia. Así, con absoluta calma, La Pulga hizo el 0-1, que además llevó a 27 su cuenta personal en el torneo.

El Real Madrid se retiró al descanso sin un solo disparo a gol, un deshonor para un equipo que cuenta con artilleros como Gonzalo Higuaín o Cristiano Ronaldo. Su afición, anestesiada.

Con el segundo tiempo, Guardiola sorprendió otra vez: Alves bajó al lateral derecho, Puyol se puso en la izquierda y Maxwell se incorporó a la medular. Pep quería más capacidad de combinación, parecerse más al Barcelona que todos conocen, y el movimiento resultó. El Barça inició un baile que el Madrid tuvo que seguir durante muchos minutos.

A los 56, Xavi puso un brillante pase profundo a Pedro. El joven canterano, otro invento de Guardiola, superó a Casillas con disparo ajustado al palo derecho, para el 0-2.

Entonces el Real Madrid apenas proponía orgullo donde su rival mostraba calidad. El equipo blanco sumó algunas oportunidades, entre ellas una clara llegada de Van der Vaart, quien estrelló el balón en el portero Víctor Valdés, y frecuentes intentos de Ronaldo, quien no se cansó de encarar y pedir el balón, pero todos sus remates fueron errados.

Cada vez que el Barcelona se acercaba al área local, el Bernabéu temblaba. Así fue al minuto 77, cuando Casillas –quien destacó con la playera merengue– tuvo una intervención milagrosa al desviar un tiro de Messi. Madrid, saluda al campeón, fue el grito que se oyó constante desde la tribuna, donde había tan sólo un centenar de seguidores del Barça.

Al 79, el mexicano Rafael Márquez ingresó en lugar de Milito.

Estuvimos muy acelerados con el balón, sintetizó el técnico merengue, Manuel Pellegrini, y contrario a lo dicho previamente, admitió: nos ha ganado un equipo que en este momento es superior a nosotros. Sin embargo, remarcó: no creo que el equipo que ganó se pueda sentir campeón ni que el que perdió deba rendirse.

Los azulgranas rompieron la racha de 15 victorias del Real Madrid en el Bernabéu y se colocaron como líderes con 80 puntos, por 77 de los merengues.

En otros duelos, el Sevilla ganó 2-1 al Málaga y afianzó su cuarto puesto en el torneo, que clasifica a Liga de Campeones. El Villarreal se impuso 1-0 al Sporting de Gijón; el Xerez cayó en casa 0-1 ante el Getafe, mientras Tenerife y Valladolid empataron en ceros.