El gobierno de México negocia con Estados Unidos ampliar la moratoria que vence en enero de 2011 y que impide explotar yacimientos transfronterizos en el Golfo de México. El objetivo de la medida es tener tiempo para negociar un acuerdo marco, que permita a los dos países el aprovechamiento recíproco y compartido del petróleo que puede existir en esa zona, así como allegarse la tecnología necesaria para perforar en aguas profundas. Así lo informaron ayer senadores de PRI, PAN y PRD, quienes se reunieron el miércoles en la Secretaría de Relaciones Exteriores con funcionarios de la dependencia y el director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales. El priísta Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía del Senado, advirtió que esa cámara no dará un cheque en blanco y que se analizará con detenimiento el proyecto de tratado con Estados Unidos. Consideró conveniente que se llegue a un acuerdo en el que se distribuya equitativamente el petróleo y no se permita que explotaciones del lado estadunidense dañen yacimientos petroleros del lado mexicano.