Integrante de Los Aztecas confirma que el blanco era el sheriff Redelfs, dicen fuentes del MP
Jueves 1º de abril de 2010, p. 7
Ciudad Juárez, Chih., 31 de marzo. El atentado en que falleció Leslie A. Enríquez, funcionaria del consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, iba dirigido a su esposo, el sheriff Arthur H. Redelfs –quien también murió–, y fue ordenado desde la cárcel del condado de El Paso, Texas, reveló Ricardo Valles de la Rosa, integrante de la pandilla Los Aztecas, detenido por el Ejército el viernes pasado, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado.
La dependencia emitió un comunicado en el cual vincula formalmente al cabecilla de Los Aztecas, conocido sólo como El Benny o El 51, con el asesinato de ambos ciudadanos estadunidenses.
Aunque la indagatoria es secreta, una fuente de la agencia del Ministerio Público en al cual Valles rindió declaración la noche del martes reveló que éste dijo que él movilizó a los pistoleros para matar a Redelfs por instrucciones de los líderes de Los Aztecas presos en El Paso.
Valles agregó que el homicidio fue ordenado porque el sheriff maltrataba a los miembros de esa banda que se encuentran presos en El Paso y presumía de tener forma de introducir armas a Ciudad Juárez para terminar con todos los integrantes de Los Aztecas.
En el asesinato de Redelfs y su esposa, la hija de ambos, de nueve meses de edad, resultó ilesa.
Ricardo Valles reveló también que el homicidio de Jorge Alberto Salcido Ceniceros fue una equivocación. Él era esposo de otra empleada del consulado de Estados Unidos y su asesinato, así como los del sheriff y su esposa, se cometieron con minutos de diferencia, ya que ambos se encontraban en una fiesta infantil, y salieron juntos y abordaron vehículos similares.
Salcido Ceniceros fue ejecutado alrededor de las 14:32 horas en Insurgentes y Artículo 39, colonia San Patricio, mientras Redelfs y su esposa fueron ultimados en el bulevar Norzagaray y Francisco Villa, a espaldas de la presidencia municipal, a las 14:37 horas.
Valles de la Rosa dijo que cinco días antes recibió la llamada de un líder de Los Aztecas identificado como Raymundo Sánchez, El Magic, quien envió una carta a otro cabecilla de esa banda, apodado El Chano, quien está preso en El Paso.
La declaración de Valles de la Rosa, que obra en el expediente que atrajo la Procuraduría General de la República, explica que en la cárcel del condado se encontraba un custodio (Redelfs) con el cual tenían problemas, sobre todo los miembros de Los Aztecas, y que una vez comentó que “se los iba llevar la chingada a todos Los Aztecas de acá de Juárez, ya que tenía modos y facilidades para traer armas para que acabaran con nosotros.
“La misma carta que me leyeron a mí por teléfono también mencionó que uno de Los Aztecas que estaba ahí preso, no sé si haya sido El Chano o alguien más, que durante la visita le dijo a su novia y le señaló al custodio para que lo ubicara y a ver en qué mueble (auto) andaba.”
Expresó que organizaron varios grupos de sicarios para ubicar a Redelfs cuando estuviera en Juárez y ultimarlo.
El sábado 13 de marzo ubiqué al sheriff del condado, Arthur H. Redelfs, en una fiesta infantil donde compartía con diversas amistades, entre éstas algunas del consulado de Estados Unidos.
Según Valles de la Rosa, “salieron dos hombres que abordaron dos trocas (camionetas Suv Honda Pilot y Toyota Rav4, color blanco) y uno de los líderes de Los Aztecas, apodado El Tiki o El 15, ordenó que las siguieran”.
Añadió que a quienes siguieron y ejecutaron al conductor de la camioneta Honda los conoce como La Araña y El 89 o El Popeye.
Afirmó que él siguió al sheriff en una camioneta Ford Explorer y otros iban a bordo de una jeep Cherokee, entre ellos El Tiki, El C4 y El Juanillo.
Dijo que después de matarlo se dio cuenta de que el sheriff iba acompañado de su esposa, lo cual comunicó a El 15.
Apuntó que El Tiki le pagaba 2 mil pesos por semana por matar personas. Además obtenía de 2 mil a 3 mil pesos porque tenía trabajando a un grupo de prostitutas en el centro de la ciudad.