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Sin animales, Atayde realizará temporada de A escena... en el Esperanza Iris

Por primera vez llevan el circo clásico mexicano a un teatro

Se abre una nueva etapa en la historia de las artes circenses nacionales, dice Federico Serrano

Carecemos de una política cultural de Estado para impulsarlas en el país, deplora

 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de abril de 2010, p. 3

A estas alturas del siglo XXI, el circo tradicional en México, cuyo antecedente más antiguo se remonta a 1808, enfrenta la necesidad urgente de actualizarse y adaptarse a los nuevos tiempos; ampliar su público, echar mano de los recursos tecnológicos y asumir que, más temprano que tarde, deberá prescindir de uno de sus rasgos distintivos: el empleo de animales.

Así lo asume la familia Atayde, dueña del circo más antiguo del país –surgido en Mazatlán, en 1888– y a eso responde la decisión de presentar por primera vez un espectáculo circense tradicional –pero sin animales– en un escenario teatral.

A escena... se llama la producción diseñada ex profeso por el Circo Atayde y que hará temporada del 2 al 11 de abril en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF.

Celeste Atayde, coreógrafa y directora de mercadotecnia de la empresa, sostuvo en conferencia de prensa que una de las cuestiones que más nos interesan, y por las que entramos a un teatro, es que buscamos llegar a nuevos públicos, expandirnos; como circo tradicional ya contamos con un público, pero deseamos generar nuevos espectáculos para nuevos segmentos de la población, un producto diferente para públicos diferentes.

Revolución en el ámbito circense

De acuerdo con lo expuesto por Alfredo Atayde Guzmán, director de la empresa, y Federico Serrano Díaz, director de difusión, la urgencia de cambio y renovación proviene de dos situaciones.

Por un lado, la consolidación en los pasados 30 años de un nuevo concepto de circo, una propuesta contemporánea, que ha dado lugar a una revolución en ese ámbito: Cirque du soleil. Por otro, el creciente movimiento mundial en contra de la utilización de animales en el circo tradicional.

Alfredo Atayde dijo al respecto: “Actualmente en México todavía es legal presentar animales en los circos, pero hay un gran movimiento para prohibirlos, y estamos conscientes de que en el futuro va a ser cada vez más difícil trabajar con ellos.

Nos preparamos para la llegada de ese momento y es una de las razones para presentar este espectáculo en el Teatro de la Ciudad, probarnos a nosotros mismos que somos capaces de divertir al público sin animales, aunque mientras seguiremos trabajando en la carpa con animales.

De acuerdo con Federico Serrano, ésta será la primera vez que se presente un espectáculo de circo clásico mexicano en un teatro: Es un hecho significativo y relevante para la historia de la vida cultural de nuestro país y en particular para revalorar al circo como una de las artes escénicas.

México tiene una tradición y un patrimonio circense como pocos países, explicó Serrano. De hecho, hay vestigios que dan cuenta de prácticas acrobáticas rituales entre los pueblos mesoamericanos antes de la conquista de los españoles.

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Acto de antipodismo (malabares con los pies)Foto Andrea López/ Cortesía Circo Atayde

Paradójicamente, deplora Serrano, no se fomenta aquí una cultura del circo: En fechas recientes, cuando se habla de circo la referencias que se tiene es Cirque du soleil, a pesar de que tenemos uno como el Atayde, que está bien posicionado a escalas nacional e internacional; lo que pasa es que hace falta información, difusión y apoyo de las instituciones culturales.

El gobierno de Canadá, por ejemplo, “destina más de 60 millones de dólares a sus proyectos circenses, como Cirque du soleil, porque saben que esos artistas son los grandes embajadores de su país en el mundo.

Aquí también se hacen muchas cosas de excelente calidad y reconocidas a escala mundial; baste decir que hay más artistas mexicanos de circo presentándose en el extranjero, que de otras disciplinas o deportes; pero es algo que se desconoce, porque no hay una política cultural de Estado para ello o son políticas oscilantes que no se llegan a concretar.

Por eso la presentación en el Teatro de la Ciudad abre una nueva etapa en la historia de las artes circenses mexicanas.

Espectáculo digno: Alfredo Atayde

El espectáculo creado para presentarlo en el recinto de Donceles 36, Centro Histórico, se plantea como una síntesis de números del circo tradicional y del viejo teatro de revista mexicano, en versiones actualizadas y recurriendo a los adelantos tecnológicos para utilizarlos en las artes escénicas.

No somos didácticos ni inventamos nada, sólo ofrecemos un espectáculo digno y profesional para que vengan las personas y se diviertan, precisó Alfredo Atayde.

Participan ilusionistas, clowns, acróbatas aéreos, un niño malabarista perteneciente a la quinta generación de cirqueros de la familia Atayde, equilibristas, músicos y números de antipodismo (malabares con los pies).

Aunque no se pretende conferir a cada acto una dramaturgia al estilo del llamado nuevo circo, en su conjunto los números mostrarán la evolución del arte circense desde la primera década del siglo XX hasta nuestros días.

Sin gran despliegue escenográfico, el espectáculo tendrá como elemento llamativo un par de telones que representan carpas de circo, realizados por Julio Castellanos (1905-1945), importante pintor y escenógrafo mexicano de la primera mitad del siglo XX.

La temporada del Circo Atayde en el Teatro de la Ciudad será del 2 al 11 de abril. Funciones: viernes, 20 horas; sábados, 13 y 19 horas, y domingos a las 13 y 17 horas.