Martes 30 de marzo de 2010, p. 2
Tokio. Ochenta y ocho estudiantes de la universidad japonesa de Showa rinden examen con un robot-paciente, que reacciona ante procedimientos que causarían dolor en un humano. El robot fue creado por el Departamento de Ortodoncia de la universidad y mide 157 centímetros de altura. No sólo reacciona de forma automática a acciones que causarían dolor en un humano, sino también los instructores pueden provocar actos no predecibles, como estornudos o tos.