Presentan también filmes sobre los movimientos de independencia en América Latina
La muestra incluye La Sombra del Caudillo, Enamorada y Viva Zapata, entre otras
Alamar, una ficción-documental de pedro González Rubio ganó el premio de la FIPRESCI
Domingo 28 de marzo de 2010, p. 7
Toulouse, 27 de marzo. El centenario de la Revolución mexicana y el bicentenario de la independencia de varios países de América Latina son festejados en el encuentro de cine de Toulouse, que ha ofrecido desde el 19 al 28 de marzo una retrospectiva de filmes, muchos de ellos joyas históricas, sobre estos temas.
Simón Bolivar, Francisco de Miranda, José Martí, José Gervasio Artigas, son algunas de las grandes figuras evocadas en la retrospectiva organizada por el Festival Encuentros de Cines de América Latina de Toulouse para marcar el nacimiento de los Estados independientes en la región.
El mexicano Ignacio Durán, que es miembro del jurado en la selección oficial, destacó en entrevista la excelente muestra
ofrecida por el festival, que incluyó cintas raras veces exhibidas, como La Sombra del Caudillo, de Julio Bracho (1960), que retrata muy talentosamente el final de la Revolución
.
El Festival –que se se abrió el 19 de marzo y concluye el domingo 28, tras presentar unas 200 películas latinoamericanas– tuvo la iniciativa de conmemorar a través del cine el bicentenario de las independencias y el centenario de la revolución mexicana
, señaló Durán.
Abrió para ello dos secciones, una sobre los patriotas que liberaron a Venezuela, Chile, Colombia y Argentina, hace 200 años, y la otra enfocada en la Revolución mexicana, y lograron una excelente muestra
, subrayó Durán, agregado cultural en la embajada de su país en Londres y un gran conocedor del cine de la región.
El programa sobre los Libertadores incluye clásicos poco vistos, como Bolívar, Sinfonía tropical, realizada hace 30 años por el venezolano Diego Risquez, que se presentó en el Festival de Cannes, en 1980, y la chilena El Húusar de la muerte, un clásico.
Trilogía incompleta
En el programa destaca El Santo de la espada, filmada por el argentino Leopoldo Torres Nilsson en 1970, una de tres películas de un ciclo histórico sobre la emancipación, que se centra en la figura de José de San Martín, abordando su vida entre 1812 y su partidda al exilio en 1924.
En la sección dedicada a México, el festival incluyó la trilogía de Fernando de Fuentes El Prisionero 13, El Compadre Mendoza y Vámonos con Pancho Villa, realizada en los años 30 del siglo XX.
También se presentó la mejor película del cineasta mexicano Paul Leduc: Reed, México insurgente, y la cinta del Indio Fernández, Enamorada, con María Félix y Pedro Amendáriz, de 1946, una verdadera joya. No faltó Viva Zapata, de Elia Kazan, en la que Marlon Brando encarna al rebelde.
En cambio, la cinematografía mexicana no ha abordado el tema de la independencia.
México triunfa
Los filmes Viajo porque preciso, volto porque te amo, de Karim Ainouz y Marcelo Gomez, de Brasil; El vuelco del Cangrejo, del colombiano Óscar Ruiz Navia, y Alamar, del mexicano Pedro González Rubio, fueron los grandes triunfadores del Festival de Toulouse.
El filme brasileño, un road movie en el que los dos cineastas prosiguen su fascinación con el Sertao, región desértica del norte de Brasil, ganó este sábado el Gran Premio Flechazo.
El Premio Descubrimiento de la Crítica, por el que compitieron seis películas de cuatro países, fue atribuido a El vuelco del cangrejo, una metáfora poética sobre la violencia en Colombia, que transcurre en la Barra, una lejana aldea del Pacífico colombiano, poblada por pescadores.
Alamar, una hermosa ficción documental, el primer largometraje de Pedro González Rubio, ganó el premio de la FIPRESCI, la Federación Internacional de críticos de cine, que recompensa uno de los filmes en la sección oficial Flechazo, donde compitieron siete películas.
González Rubio, quien antes de hacer esta película realizó varios documentales, filma el idílico paisaje natural del Caribe mexicano de Banco Chinchorro, un sistema arrecifal protegido por la UNESCO, como protagonista de su película, pero advierte que no quiere generar sueños de paraísos exóticos.
Pese a la belleza espectacular del lugar, el cineasta insiste que no buscó describir un modo de vida ideal
, sino explorar la relación entre padre e hijo
.