Toda denuncia la veían como un ataque a la institución... ahí perdieron el rumbo
Sábado 27 de marzo de 2010, p. 29
El senador del PRD, Pablo Gómez, consideró que se requiere una gran Operación Verdad dentro de la Iglesia católica, porque el caso de pederastia del fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, no es el único que fue tolerado e incluso encubierto dentro de la institución.
El secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Nazario Norberto Sánchez, advirtió que la jerarquía católica mexicana está obligada a poner a disposición de la justicia a curas que han cometido abusos sexuales porque, no basta con reconocer culpas y pedir perdón a sus fieles
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Gómez Álvarez deploró que haya más preocupación por las Damas de Blanco en Cuba, que por lo ocurrido en el Vaticano, donde se uso a la policía para dispersar manifestaciones contra curas pederastas.
El senador perredista insistió: La Iglesia, debe decir absolutamente toda la verdad, porque Maciel fue defendido por el mismo arzobispo de México, todas las denuncias las veían como ataques a la Iglesia y ahí perdieron completamente el rumbo
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La Iglesia católica está obligada a aclarar todo y hablar con al verdad, que es lo único que los puede hacer libres, como decía San Agustín
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Explicar, por ejemplo, qué hacían con las denuncias, necesitan una gran Operación Verdad, tanto en México como en el mundo.
Asimismo, diputados del PRD y de Nueva Alianza demandaron congruencia a la jerarquía católica y le exigieron que así como desean intervenir en actividades políticas y arremeter contra sectores de la sociedad, deben expulsar de sus filas a quienes han cometido tan graves delitos, y entregarlos a la justicia.
La diputada perredista Enoé Uranga, advirtió que las denuncias de encubrir a curas pederastas involucran al papa Benedicto XVI, ya que el poder católico actúa como una mafia, y es capaz de poner sus intereses por encima de la sociedad y los niños
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Adelantó que su bancada prepara una propuesta para aclarar la presunta complicidad de los jerarcas religiosos, en particular del cardenal Norberto Rivera Carrera –quien se niega a comparecer ante la ley en Estados Unidos–, que son señalados de abuso sexual, pero han logrado burlar la ley.