Washington, 22 de marzo. El chileno José Miguel Insulza se encaminará este miércoles a ser relecto por cinco años más al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA), al contar casi con la totalidad de los votos que se requieren y sin tener ningún rival enfrente, no obstante que su actuación ha sido criticada tanto por gobiernos de izquierda como de derecha.

Aunque las reglas internas del organismo continental permiten la presentación de una candidatura el mismo día de las votaciones, se espera que en la asamblea general de este 24 de marzo en Washington Insulza sea ratificado en el cargo, con el secretario adjunto, el surinamés Albert Ramdin.

Pese a que no genera el entusiasmo de ninguna delegación y de que su primer periodo al frente de la OEA fue objeto de críticas de varios países, el chileno tiene prácticamente asegurados los 18 votos mínimos que se necesitan para que una candidatura triunfe.

En los primeros días del mes, cuando oficializó ante el Consejo Permanente sus deseos de repetir en el cargo, Insulza recibió el apoyo de al menos 11 de los 33 países con derecho a voto, entre los que no está Honduras por el golpe de Estado del año pasado.

Días más tarde se les unieron las 14 naciones integrantes de la Comunidad del Caribe (Caricom), lo que prácticamente asegura la relección al chileno, a quien apoyan incluso dos figuras que en su momento fueron mencionadas para el cargo: los ex presidentes Tabaré Vázquez, de Uruguay, y Óscar Arias, de Costa Rica.

Aunque todavía no es oficial, se espera que México también respalde a Insulza, lo mismo que Venezuela, al que se podrían sumar los votos de los demás países miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas.

Como de costumbre, la gran duda sigue siendo Estados Unidos, país cuyo voto –en teoría– cuenta lo mismo que el de cualquier otro, pero que aporta 60 por ciento de los fondos de la OEA.

El ex canciller chileno no es del todo agradable para Washington, cuyas autoridades lo han criticado por algunas resoluciones políticas como el levantamiento de la sanción que marginó a Cuba del organismo continental hace más de 40 años, o la condena inequívoca al golpe de Estado en Honduras el 28 de junio de 2009.

Sin embargo, algunos analistas consideran que la Casa Blanca terminará por anunciar el miércoles su apoyo a Insulza, personaje que, si bien no le termina de convencer, resulta más práctico respaldar tan sólo por tener continuidad en el organismo.

La permanencia del chileno en la secretaría general no implica necesariamente la formación de un bloque de derecha, ya que tradicionalmente Chile se ha caracterizado más por impulsar sus negocios internacionales que por entrar en polémica con otros países miembros de la OEA. Insulza es un político socialista y el actual mandatario del país sudamericano, Sebastián Piñera, es miembro de una organización de derecha y en las dos últimas décadasse ha dedicado a dirigir sus empresas.

Prueba de ello es que el canciller de Chile, Alfredo Moreno, afirmó que una de las mayores preocupaciones de su nación en este momento es ampliar el periodo de ingreso de sus exportaciones de uva, retrasadas a causa del sismo del pasado 27 de febrero.