La Habana, 22 de marzo. Vienen de Venezuela, paran en La Habana y siguen hacia Miami. No tienen que contar más los dos puertorriqueños que están sacudiendo a las audiencias latinas para mostrar el tono de esta gira de Calle 13. O como dice René Pérez Residente: Vamos a ser un puente y a otros artistas se les va a quitar el miedo y la cagazón y van a venir a Cuba.

Es importante que vengan aquí a tocar y que se quiten todos esos misterios, resumió René ante la prensa su panorámica del viaje, que en la escala cubana tiene un conflicto legal que salvar, como siempre ocurre en el caso de artistas de nacionalidad estadunidense.

Hacía dos años que el multipremiado dueto de música urbana quería venir a Cuba. No pudo unirse al concierto Paz sin fronteras, al que convocó el colombiano Juanes en septiembre del año pasado, ni al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en diciembre, en el que se proyectó el documental sobre la historia de René y su colega Eduardo Cabra Visitante. Nunca llegaron los permisos oficiales que impone el embargo, aunque no había negativas formales. Pero esta vez los papeles se arreglaron a tiempo.

Se va construyendo más duro ese puente, dijo René. Habló de invitar a sus amigos a venir. Por ejemplo, a Shakira, “para que mueva las caderas acá, en el malecón. A ver quién las mueve más, las cubanas o ella…”

Mientras llega ese momento, por ahora la gira es breve, pero intensa. El domingo por la noche el dueto y su banda se fueron de reventón a El Gato Tuerto, uno de los más famosos desveladeros de la capital. Este mediodía hablaron con reporteros y más tarde frente a un auditorio de jóvenes en la Casa de las Américas. Este martes tendrán un concierto en la Tribuna Antimperialista José Martí, frente a la oficina diplomática de Estados Unidos, y el miércoles visitarán la Escuela Internacional de Cine y Televisión en el poblado de San Antonio de los Baños. El jueves se presentarán en el Miami Arena, apenas a 45 minutos de vuelo desde La Habana.

Es obvio que después de venir a Cuba, en Miami nos van a caer encima, comentó René. Pero no importa, allá tenemos muchos amigos.

Diálogo en Casa de las Américas

En la Casa de las Américas –con entrada bajo rigurosa invitación– el dueto contestó preguntas. El diálogo entró rápidamente en la cuestión del timbre que hace a Calle 13 distinta de otras agrupaciones. René –autor de las letras, twittero oficial y, a confesión propia, quien más habla– opinó que no están en una variante del reguetón, sino en un género distinto, el urbano.

Y se explicó con tres variantes. La primera, que la música y la letra de sus canciones se hacen simultáneamente y en equipo. Él escribe y Eduardo compone al mismo tiempo, no como en el esquema de ajustar los textos a la partitura. El segundo argumento, y lo que más claramente se conoce, es la mezcla de una base reguetonera con otros ritmos y sonoridades latinoamericanas, como la música andina, el tango o el candombe. Y el tercer punto, que su trabajo es una crónica social crítica.

Para mí el género urbano es todo aquello que habla sobre lo que te rodea, siguió René. Dijo que sus producciones incluyen en vez de excluir, a nivel sexual, religioso, político, porque tratamos de ver las cosas con una apertura distinta, con la mente abierta. Tratamos de ver todas las posiciones y de momento convertirnos en juglares que van contando historias del pueblo, sobre todo lo que nos rodea. Y en esa cuerda, sostiene que género urbano puede ser el de Rubén Blades o Manu Chao.

El virtual vocero del dueto contó que no conocen aún la música cubana contemporánea que más se les puede acercar, aunque ya escucharon a Los Orishas (parte del elenco de Paz sin fronteras) y a Los Aldeanos (el grupo underground más popular de la isla). Pero ya se llevan un buen paquete de discos.

De su explosiva aparición en los premios MTV de 2009, en Los Ángeles, cuando llevó camisetas con lemas políticos (desde Viva Puerto Rico libre hasta Uribe paramilitar), Residente resumió que no tuvo mayores impactos. Sólo algunas caras largas en varias reuniones con la empresa matriz. En el concierto de La Habana no habrá sorpresas: el dueto vestirá las playeras del equipo de beisbol cubano, y sus anfitriones locales (Kelvis Ochoa y su grupo), las franelas de Borinquen.