A un año y medio de la entrada en vigor en el Distrito Federal del divorcio incausado –más conocido como exprés–, siete mil 329 mujeres solicitaron asesoría al Centro de Asistencia en Línea de la Consejería Jurídica para disolver su matrimonio bajo este procedimiento, por cuatro mil 72 consultas hechas por hombres. A partir de estas consultas, mil 813 mujeres interpusieron una demanda de divorcio exprés.

Con base en estadísticas, Lourdes Salazar Jiménez, directora de la Defensoría de Oficio y Orientación Jurídica de la consejería, detalló que de octubre de 2008 a diciembre de 2009, 65 por ciento de las 9 mil 836 asesorías proporcionadas fueron para mujeres, y el 29 restante para hombres. Porcentaje que se ha mantenido en lo que va de 2010.

Explicó que en alrededor de 80 por ciento de los casos las mujeres refirieron hechos de violencia física, sicológica y/o económica por parte de su cónyuge, por lo que incluso en algunos casos se tomaron medidas cautelares.

De 16 a las 19 horas el Centro de Atención Jurídica en Línea cuenta con sicólogos que las ayudan a superar momentos de crisis, comentó Salazar Jiménez.

La directora de la Defensoría de Oficio y Orientación Jurídica reseñó que atendieron dos casos de mujeres golpeadas por su parejas que no podían salir de su casa; otra estaba casada con un agente del Ministerio Público que la tenía amenazada.

Una señora de casi 70 años de edad buscó apoyo para divorciarse de su esposo después de 50 años de matrimonio. Toda la vida le pegaba, recordó Salazar Jiménez.

Abundó que hay mujeres que dependen económicamente de su pareja, cuando deciden irse de la casa, el esposo les cancela la tarjeta de crédito para que regresen.

El nivel de escolaridad de quienes han acudido al centro de atención es de secundaria y preparatoria.

En agosto de 2008, con el voto en contra de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), el pleno de la Asamblea Legislativa del DF reformó los artículos 266 y 267 del Código Civil eliminando las 21 causales de separación, la sola voluntad manifiesta por los dos o alguno de los cónyuges es suficiente para poner fin a la relación.

El único requisito es agregar a la demanda de divorcio un convenio entre las partes para regular las consecuencias inherentes a la disolución del vínculo matrimonial.