El secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, afirmó que la curva de la pobreza, que se registró en los dos años anteriores a causa de las crisis económica y alimentaria, empieza a ceder y los resultados este año los vamos a empezar a ver.

El funcionario se negó a proporcionar datos preliminares, pero insistió en que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) les confirmó esta tendencia.

No quisiera aventurar los datos, son preliminares y creo que lo que diga pudiera ser algo muy aventurado todavía. Lo que sí les puedo decir es que el Coneval ya nos ha informado que la curva empieza a descender, apuntó.

Luego de clausurar el segundo encuentro México indígena. Acuerdos de hermandad, sostuvo durante una entrevista que el gobierno mantiene su compromiso de disminuir a 30 por ciento la pobreza extrema en el país para 2012 y manifestó su confianza en alcanzar esa meta.

Al calificar de muy buenas noticias el número de fuentes de trabajo reportadas la víspera por funcionarios del gabinete de economía, Félix Guerra destacó al empleo como el mejor antídoto contra la pobreza, por lo que confió en un descenso en el índice de pobres en el país.

Margarita Zavala, presidenta del DIF nacional, durante la clausura del encuentro México indígenaFoto Roberto García Ortiz

Hasta hace dos años, la Sedeso señalaba 14 millones de mexicanos en pobreza extrema y que la meta era concluir el sexenio con 10 millones. Empero, el Coneval reportó el año pasado que entre 2006 y 2008, los dos primeros de la actual administración federal, el número de pobres en México aumentó en 5.9 millones de personas.

En el acto, Margarita Zavala, presidenta del DIF nacional, reconoció el rezago en el que se encuentran los indígenas del país y se pronunció por la necesidad de impulsar, como uno de los grandes retos nacionales, el tema de la justicia.

Con la presencia de representantes de los pueblos indígenas, dijo que ante la migración interna y externa se tiene que revisar bien qué tenemos que hacer ahí, no sólo es un asunto de mandar a la escuela, sino de una transformación cultural a esta nueva realidad de la migración.

Apoyó la inquietud de los pueblos indígenas de respeto a su identidad, costumbres y tradiciones, toda vez que de cara al centenario de la Revolución y bicentenario de la Independencia tenemos que estar seguros de quiénes somos, de conocernos más unos a otros para saber quiénes somos y poder, en este mundo globalizado, ofrecer el verdadero México.