Contratada para procesar el reajuste de las coordinaciones administrativas que había en el Instituto Federal Electoral (IFE), la empresa JVG Consultores ofrece –como parte de su promoción para atraer clientes– diversas estrategias para la redefinición de los recursos humanos, entrenamiento para la transición de procedimientos e incluso esquemas para afrontar el desempleo.

En el programa para afrontar el despido se plantea el control de emociones, manejo del duelo por la pérdida del trabajo o administración de las finanzas personales en estos periodos de desocupación.

Por lo pronto, el IFE informó oficialmente que la labor de la empresa en el instituto se realizará en tres etapas, subrayando que para su contratación se verificó el “cumplimiento de la normatividad en materia de adquisiciones, arrendamientos y servicios. Garantiza –señala– el cumplimiento del proyecto en el plazo requerido y se apega a los criterios de economía y eficiencia solicitados, con un costo total de un millón 252 mil 805 pesos”

El instituto definió como objetivo central de este contrato lograr que la Coordinacion Administrativa Central opere con el personal idóneo y mejor capacitado, que garantice eficiencia y eficacia en el desempeño de funciones.

Las tres etapas planteadas por el IFE y la empresa son: definición metodológica y desarrollo técnico de las etapas del proceso de selección, que incluye análisis de perfiles, aplicación de evaluación técnica y sicométrica, así como entrevistas a los aspirantes; establecimiento de indicadores que permitan medir y evaluar la nueva coordinacion administrativa, con el propósito de optimizar y hacer más eficientes sus procesos, y diseñar un programa de capacitación y acompañamiento para el personal que integrara dicha coordinación.

En la página de Internet de JVG Consultores –oficialmente no se ha informado cómo se le asignó el contrato– se ofrece, por ejemplo, un programa de “coaching para los 100 primeros días críticos del ejecutivo en una nueva posición”, así como su aplicación con el estilo de liderazgo en la organización. Hay otro programa preparatorio para el cambio organizacional, donde se definen los esquemas para el establecimiento de una agenda de cambio y su aplicación, esquemas que podrían ser aplicables en el IFE y que arrancarían con el despido de trabajadores.

Para el consejero Marco Antonio Baños, es necesario que haya mayor seguimiento de sus homólogos sobre los procesos administrativos, a fin de verificar que haya la transparencia y rendición de cuentas que requiere un organismo como el IFE. Destacó que en los recientes informes de la contraloría general del instituto se ha hecho una serie de señalamientos sobre irregularidades o inconsistencias en procesos administrativos, a los que luego ya no se les da seguimiento.

Aseguró que por ello, en la pasada sesión del Consejo General promovió la integración de una comisión de consejeros que mantenga la verificación de las recomendaciones de la contraloría y, en coordinación con esta instancia, que tiene un manejo autónomo, pueda dar seguimiento al cumplimiento de los planteamientos para mejorar la operación administrativa del IFE.

Por ejemplo –dijo–, si la contraloría considera que faltan lineamientos más precisos para la contratación de empresas de bienes y servicios, se deben buscar los esquemas que permitan que esas recomendaciones se cumplan.