En el centro de la polémica, el papel que deben tener Gobernación y el Congreso
Martes 16 de marzo de 2010, p. 9
La obligada creación de un nuevo grupo de alto nivel o de trabajo para encabezar las negociaciones en torno a la credencial para votar y la cédula de identidad sólo es el reflejo de las diferencias importantes que existen en el Instituto Federal Electoral (IFE) sobre el rumbo que deben tomar las conversaciones. En el centro de la polémica se encuentra el papel y los alcances que deben tener la Secretaría de Gobernación y el Congreso.
Durante la pasada sesión del Consejo General del IFE, el consejero presidente del organismo, Leonardo Valdés, asumió la creación de este nuevo grupo como colofón a un largo debate en el que las diferencias entre consejeros, así como entre los representantes partidistas (esencialmente PRI y PAN), se centraron en la necesidad de acatar los exhortos
de la Cámara de Diputados para poner fin a las negociaciones IFE-Gobernación.
El exhorto fue auspiciado por el PRI en San Lázaro y obtuvo el respaldo de otros partidos con la pretensión –según quedó claro en la anterior sesión del consejo– de que Gobernación decida en el tema, y se involucre a partidos y Legislativo en las discusiones.
Para un sector de consejeros, el Congreso tiene una importante responsabilidad en el estancamiento en la materia, ya que desde hace años los legisladores no han abordado este tema y han preservado la ambigüedad del marco legal.
En principio, Gobernación tendría facultad para echar a andar su proyecto en torno a la cédula de identidad, y sólo la oposición que en su momento planteó el IFE motivó un cambio de postura, que derivó en las negociaciones entre ambas partes.
Bajo esta perspectiva, para algunos consejeros, como Benito Nacif, la ruta más deseable sería modificar la legislación.
El consejero reconoce la importancia de que el Congreso se involucre más en el tema, a condición de que se preserve la credencial para votar y se proteja la actualización del padrón electoral.
Sin embargo, para otro sector de consejeros –entre los que se cuentan Marco Antonio Gómez Alcántar, Marco Antonio Baños y Francisco Guerrero– la postura asumida por el Legislativo ha modificado sustancialmente el escenario de conversaciones entre IFE y Gobernación, por lo cual es necesario finiquitar las pláticas bilaterales para iniciar un diálogo con todos los actores involucrados.
En esta lógica, la conformación del nuevo grupo de trabajo tendría el objetivo de que en la definición del rumbo de las negociaciones estuvieran involucradas las posturas que prevalecen en el IFE.
Sin embargo, la nueva postura asumida mayoritariamente por el Congreso –con la excepción del PAN– permitirá que la salida a la polémica surgida cuando Gobernación anunció su intención de instaurar la cédula de identidad –que le permite la legislación vigente– pudiera darse por la vía de una reforma legal tanto a la Ley General de Población como al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.