El jefe delegacional de Coyoacán, Raúl Flores, reveló que el antro donde fueron baleados dos jóvenes, uno de los cuales murió, operaba clandestinamente en la plaza comercial Pabellón Copilco y ya se había intentado clausurarlo, pero el administrador se amparó.

En entrevista, indicó que tras los hechos se inició un procedimiento para el cierre definitivo del centro comercial, por carecer de medidas de seguridad, y se solicitará a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal aplicar la Ley de Extinción de Dominio, pues han sido reiteradas las irregularidades.

Aseguró que desde diciembre pasado, cuando se puso en marcha el programa Protejamos a nuestros jóvenes, se denunció que se rentaba un local de la plaza para habilitarlo como antro, sin tener el permiso correspondiente y sin razón social.

Los clientes, agregó, son jóvenes que mediante redes sociales en Internet sabían de las actividades en este espacio, pues a simple vista pasa inadvertido, porque no tiene fachada y está cubierto con plásticos negros. Aun más, refirió, se ingresa y se sale por la puerta de emergencia del sótano.

Flores indicó que tras el fallido intento por clausurarlo se habló con el administrador de la plaza, Carlos Gutiérrez Sánchez, quien firmó una carta en la que se comprometió a no rentar más el local para estos fines; pero, lejos de cumplir su palabra, tras el incidente ocurrido ayer se detectó que ya estaba montando otro antro con las mismas características.

Señaló que ya se interpusieron dos denuncias ante la procuraduría capitalina, una por fraude procesal en contra de quienes promueven los amparos y otra contra el administrador por falsedad de declaraciones.