Domingo 14 de marzo de 2010, p. a20
Los fantasmas de una sociedad en crisis resurgen en Uno soñaba que era rey, donde la cruda realidad mexicana emerge de un cúmulo de personajes que lo mismo son niños adictos, hijos de familias acomodadas que cazan nacos, mujeres indispuestas por la insatisfacción sexual, empresario adictos a los espejos, intelectuales crucificados entre la vocación revolucionaria y el pago de la tarjeta de crédito o simples lectores de diarios amarillistas con pasiones inconfesables. Estos personajes cotidianos son plasmados con su cruel realismo por Enrique Serna. Uno soñaba que era rey, Enrique Serna, Seix Barral, 329 pp. Precio de lista: 228 pesos.