Cultura
Ver día anteriorDomingo 14 de marzo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Boris Illarionov presentó libro que registra la biografía artística de la maestra y bailarina

Reconoce historiador ruso el trabajo coreográfico de Gloria Contreras

Cada una de sus obras constituye una amplísima creación artística, afirmó el crítico de danza

 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de marzo de 2010, p. 5

El reconocimiento que buena parte de la crítica mexicana niega al trabajo coreográfico de Gloria Contreras ha venido de fuera, precisamente desde uno de los países con mayor tradición dancística: Rusia.

Boris Illarionov, historiador y crítico ruso de danza, acaba de publicar el libro Gloria Contreras. Las raíces rusas del ballet mexicano, donde rastrea y documenta la biografía artística de la coreógrafa, fundadora del Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Egresado de la Universidad de San Petersburgo, subdirector de la Academia de Ballet Ruso Vagánova, Illarionov conoció el trabajo de Gloria Contreras en la década de los años 90 del siglo pasado, al ver dos coreografías de la mexicana montadas por una compañía rusa.

Le sorprendió, por un lado, que la escuela rusa de ballet tuviera influencia en un país tan lejano como México, y, por otro, la calidad de las coreografías de Contreras.

Tiempo después, vino a México con un grupo de especialistas rusos, para ver in situ el trabajo del Taller Coreográfico de la UNAM y el proceso creativo de Gloria Contreras.

Durante su estancia en México, donde presentó el libro el jueves pasado, Illarionov cuenta en entrevista: Estuve varios meses viendo el trabajo diario de la compañía, no solamente cada espectáculo, sino la labor creativa de la maestra, su manera de producir algo nuevo para el ballet; fue una oportunidad única.

La sorpresa mayor fue descubrir cómo conserva con exactitud, con fidelidad, la metodología empleada por los grandes coreógrafos rusos, tal como lo hacían desde el siglo XIX y hasta los coreógrafos contemporáneos.

Presente en la entrevista con Illarionov, Gloria Contreras recuerda que el coreógrafo George Balanchine e Igor Stravinsky fueron su contacto primero y decisivo con la cultura rusa: me eduqué con ellos, recibí mucho de ellos, uno me enseñó la danza y la coreografía y el otro la música, y siempre iban a ver lo que estaba haciendo, y opinaban; por eso digo que mi educación artística es completamente rusa, que ellos son mis padres artísticos.

Gloria Contreras. Las raíces rusas en el ballet mexicano es publicado por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Incluye un texto de presentación del ex bailarín y coreógrafo Guillermo Arriaga y un prefacio de Lev Guitelman, doctor en crítica de arte.

–¿Le sorprendió encontrar influencias del ballet ruso en una coreógrafa mexicana?

–Sí, no lo esperaba, porque México es un país muy lejano de Rusia; me sorprendió, porque, como se sabe, en México no hay una escuela balletística como sí la hay en varios países de Europa. Sin embargo, y eso lo cuento en el libro, la mestra Gloria repitió en México lo que Balanchine hizo en Estados Unidos, es decir, creó un ballet con base en la tradición rusa.

–¿Cuáles son los principales aportes de Gloria Contreras?

–La maestra pertenece a ese pequeño número de grandes artistas que logran crear algo nuevo. Por supuesto que todos los artistas se basan en una tradición o en una escuela, en una técnica, pero logran generar y transmitir algo esencialmente nuevo. La maestra es de esos artistas. Sus coreografías no sólo siguen la línea de la tradición rusa, sino que a la vez los impregna de un sentir nacional propio. Descubro en sus coreografías precisamente las bases de las culturas que poblaron y pueblan México, desde los aztecas hasta la pintura de Tamayo, Diego Rivera, Siqueiros. Por eso considero que cada obra de Gloria está plena de esa esencia y cada una constituye una altísima creación artística.

(Gloria Contreras. Las raíces rusas del ballet mexicano se presentó en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, con los comentarios de Roberto López Moreno, Guillermo Arriaga, Rubén Aguilar Valenzuela, Hugo Roca, Gloria Contreras y como moderador Gregorio Luke.)