América Latina es vista por Estados Unidos como una reserva estratégica de recursos naturales, en una política sucesiva de agresiones, saqueos y rapiña, aseguró el investigador John Saxe-Fernández. Agregó que la integración latinoamericana es una alternativa indispensable no sólo para hacer frente al nuevo modelo de colonialista, sino para tener una sola voz en la configuración del poder mundial.

Calificó de inexacta y floja la definición de que América Latina sea el patio trasero de Estados Unidos, pues tiene enorme valor estratégico en su política imperialista.

Las bases militares estadunidenses en Colombia y Panamá, por ejemplo, son reacciones del imperio que no cesarán, sobre todo con la creación de nuevas instituciones de integración regional, señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en referencia a la gestación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.

En conferencia magistral, presentada en la ceremonia del 50 aniversario del Centro de Estudios Latinoamericanos (Cela), Saxe-Fernández alertó sobre las acciones del gobierno estadunidense para torpedear la integración latinoamericana.

En esa línea se ubican las agresiones y el acoso incesante de Estados Unidos a Venezuela y al presidente Hugo Chávez, pero también a varios países suramericanos que trabajan en esa unidad, aseveró.

A lo largo de casi dos horas, el ponente deliberó sobre la globalización, el neoliberalismo y la crisis económica en América Latina y el Caribe. Destacó las crisis cíclicas y cada vez más pronunciadas del capitalismo, así como el histórico saqueo del que han sido objeto las naciones de la región.

Al citar un estudio de Pablo González Casanova, basado en fuentes estadísticas oficiales del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dijo que entre 1971 y 1995 se transfirieron, por concepto del pago de deuda externa, ganancias de las empresas trasnacionales y otros servicios, más de 4.5 billones de dólares de los países de la periferia a los del centro.

Apuntó que la sobrexplotación, la rapiña y el despojo de la que han sido objeto históricamente nuestros países está llegando al límite, en una acción depredadora descomunal y en medio de una vulnerabilidad ecológica del planeta. Están en juego, entre muchos otros, nuestras reservas forestales, recursos minerales, agua e hidrocarburos, dijo.

En la sesión de preguntas, Saxe-Fernández señaló que el eventual regreso del PRI al gobierno federal no significará mayores cambios en la política entreguista a Estados Unidos.

Será una continuidad. En el fondo, son los mismos compromisos con los monopolios y los intereses trasnacionales, expresó. Es como la Coca y la Pepsi, tienen la misma esencia, subrayó.

Por la mañana, en la mesa redonda Conflictos y perspectivas de construcción democrática en América Latina y el Caribe, se señaló que aun cuando los movimientos sociales en la región han protestado por los resultados desastrosos del modelo neoliberal, como la creciente e incesante pobreza y desempleo, estas reacciones no guardan proporción alguna con el enorme daño que ha causado en esos países.

Nuestros pueblos están siendo masacrados económica y socialmente y no hay una respuesta de ese tamaño, señaló la investigadora Beatriz Stolowicz, de la Universidad Autónoma Metropolitana.

La jornada de celebración del Cela concluye este viernes en el aula Fernando Benítez de la Facultad de Ciencias Políticas Sociales de la UNAM, con una conferencia magistral de Enrique Dussel sobre el pensamiento filosófico latinoamericano, y dos mesas redondas que abordarán el tema de la descolonización y el futuro de la región.