Guadalajara, Jal., 11 de marzo. Con invitados como los actores Agnès Varda y Matt Dillon; el cineasta Rodrigo García, a quien le otorgarán el Premio Guadalajara, y la cantante Andrea Echeverri, así como con la premier de la película Seguir siendo: Café Tacvba, que traerá a los músicos a echarse un palomazo en la proyección, se iniciará este viernes la edición 25 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), en la que concursarán ocho películas de ficción mexicana y 16 documentales.

Este año el país invitado es Francia, y Andalucía la región invitada de honor. Se le entregará el Mayahuel de Plata a María Rojo.

Este año se propone aumentar la masificación del festival con el incremento de funciones al aire libre a 23. También se contará con el mercado iberoamericano, en el que productores de la región colocarán sus películas para distribuirlas o posproducirlas.

Necedad propositiva

En entrevista, el director del encuentro, Jorge Sánchez Sosa, reflexiona sobre los 25 años que se cumplen, los cinco más recientes bajo su dirección y sonríe cuando recuerda cómo, lo que considera un empeño tozudo de cineastas y promotores locales cabezones, se consolidó con el paso del tiempo en el referente que es ahora.

“No deja de asombrarme que hace 25 años, a unos necios, tozudos, cabezones y cabezonas, como Anne Marie Meier, Jaime Humberto Hermosillo, el gordo Del Toro, y muchos otros que formaban ese grupo que se llamaba Cine y Crítica de Occidente AC, se les haya ocurrido la Muestra de Cine Mexicano, y que luego los hayan secundado Emilio García Riera, Raúl Padilla y muchas otras personas, porque en ese tiempo el cine mexicano pasaba por un momento pésimo. Entonces, la posibilidad de generar credibilidad alrededor del cine mexicano era de 0.001 por ciento. Pero, repito, no deja de asombrarme, que este grupo haya tenido esa audacia y que haya sido consistente, se haya desarrollado y crecido hasta donde está; es muy extraño que esto pase en México, porque, en muchas esferas somos reyes del inmediatismo”.

Sánchez Sosa recuerda que en los inicios de lo que entonces era solo una Muestra, Guillermo del Toro la hacía de cácaro y de repartidor de volantes.

Divergencia de opiniones

Sobre el banquete fílmico, dice: “El universo se conforma de las películas que cumplen con la convocatoria y que nos envían.

“Recuerdo que en la categoría de ficción mexicana recibimos unos 38 largometrajes y 36 documentales; finalmente se hizo una selección de ocho ficciones y 16 documentales.

“Sucede que la oferta que teníamos de cine documental exigía mayor número de casillas, digamos, porque hay un número de salas de exhibición limitado, de ruedas de prensa, etcétera; entonces, en principio, para cine mexicano pensábamos que en total tendríamos unas 25 películas seleccionadas, y resulta que, en este caso, por primera ocasión, fueron más documentales que ficciones, lo cual demuestra el desarrollo que ha tenido el cine documental en años recientes.

Cuando se dio a conocer esta selección hubo quien no la compartía, pero tengo mi posición y no dejaré de reconocer la importancia del cine documental sólo porque algunos estén sujetos a esa cuestión atávica de que el cine es ficción. No somos pioneros, somos un reflejo de la tendencia mundial.

Sánchez Sosa dice que está tranquilo, porque la organización del encuentro ha fluido sobre los contratiempos, pero a la vez reconoce que está alerta porque llegó la hora de lo que compara con una caída libre de la montaña rusa. Me sentí demasiado tranquilo y me preocupé; me desperté en la madrugada y pensé que no podía ser así, que no podía estar tan tranquilo, porque si pierdes el olfato y el seguimiento visual, te puedes llevar sorpresas.