Ciudad Juárez, 7 de marzo. Los Indios firmaron su virtual descenso tras perder 1-0 frente a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), cuadro que se llevó a casa los tres puntos en disputa con la anotación del brasileño Itamar Batista, pese a haber terminado con nueve hombres.

Los fronterizos aceptaron su sentencia cuando permitieron un cabezazo de Itamar, quien se impuso en el salto a los espigados Juan de la Barrera y el argentino Javier Malagueño, a los 41 minutos, para anotar el único gol del encuentro.

Los pupilos de Daniel Guzmán terminaron con una seguidilla de siete partidos sin victoria, pero tampoco convencen, pues se esperaba un mejor desempeño ante un cuadro de la Tribu que ha resultado un cheque en blanco y cuyo mal paso ha regalado mucha tranquilidad a otros equipos con bajo cociente, como es el caso de la misma UANL.

El Travieso Guzmán tuvo con el triunfo un gran respiro, ya que cada vez es más grande el grupo de aficionados regios que exige su salida.

Tras el cese del técnico José Treviño, los Indios quedaron bajo el mando de Gabino Amparán, pero tal relevo no tuvo el efecto de revulsivo que la directiva esperaba: el equipo sigue deprimido y no parece reaccionar.

El partido fue ríspido y accidentado, y aunque Tigres comenzó a padecer apuros desde muy temprano, el cuadro anfitrión jamás tuvo capacidad para aprovechar esa ventaja y terminar con su pésima racha, que ya suma 26 encuentros consecutivos sin ganar.

El técnico Guzmán se quedó sin dos elementos que había colocado como alternativas en su formación, el experimentado volante Antonio Sancho, quien tuvo que salir por lesión al minuto 23, y el joven Alan Pulido, por expulsión, a los 34 de acción.

Ya jugaba Tigres con 10 por la tarjeta roja a Pulido, cuando, en una combinación entre Lobos e Itamar Batista, en la rápida ejecución de un tiro de esquina al final del primer tiempo, cayó la solitaria anotación, luego que el brasileño ganó el salto a los dos centrales y batió a Christian Martínez, al minuto 41.

Los fronterizos salieron esta tarde con una formación más ofensiva, pero no mostraron idea para generar peligro a una zaga que se ordenó bien, además que la fortuna sigue sin estar de su lado.

Muestra de ello y de la incapacidad para anotar fue una llegada donde Daniel Frías puso un servicio raso hacia el camerunés Alain Nkong, quien llegó de frente al arco, pero José Antonio Gringo Castro lo incomodó para evitar que pudiera empujar el esférico a las redes, al minuto 51.

Y cuando generaron aproximaciones, el arquero Cirilo Saucedo impidió que llegara el gol. Así lo hizo al minuto 67, con un manotazo certero ante un remate con la cabeza de Ricardo Esqueda que iba al ángulo derecho.

Tigres no había atacado mucho, buscó hacerlo con la velocidad de Batista, así como la habilidad del también brasileño Everton Cardoso, quien sigue sin rendir los resultados que de él se esperan, y del argentino Lucas Lobos.

Para complicarse más la situación, en el minuto 64 el silbante mostró la segunda tarjeta roja directa del encuentro, esta vez a Jesús Antonio Molina, para dejarlos con nueve en el terreno de juego. Tigres formó entonces dos líneas de cuatro para defenderse e impedir que Indios se fuera con todo en busca del empate.

Frente a la incapacidad del local para generar llegadas contra un equipo en inferioridad numérica, la afición empezó a abuchearlo y muchos abandonaron el estadio Olímpico Benito Juárez antes del silbatazo final.

El árbitro Mauricio Morales tuvo aceptable desempeño. Expulsó bien a dos elementos por los felinos: Alan Pulido, a los 34, por plancha a Juan Ramón Curbelo, y Jesús Antonio Molina, en el minuto 64, por barrida con fuerza desmedida sobre Marco Vidal, aunque solamente mostró cartón amarillo a Javier Malagueño al minuto 22 por grave entrada sobre Antonio Sancho, misma que lo hizo pedir su cambio.