Brasilia, 3 de marzo. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, instó hoy a la comunidad internacional a no arrinconar a Irán contra la pared por su programa nuclear, con lo que hizo fracasar los intentos de la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, que buscaba el apoyo de Brasil para imponer sanciones a Teherán.

Brasil tiene una posición clara sobre Medio Oriente e Irán. Y entiende que es posible construir otro rumbo, declaró Lula ante la prensa. Puntualizó que en su opinión no es prudente arrinconar a Irán. Es prudente hacer que Irán mantenga las negociaciones, con lo que marcó desde la mañana la tónica de la jornada durante una breve visita de Clinton a Brasilia.

Lula añadió que quiere para Irán lo mismo que para Brasil: el uso del desarrollo de la tecnología nuclear para fines pacíficos. Si Irán está de acuerdo con esto, tendrá el apoyo de Brasil.

Acotó que en caso de que Irán quiera ir más allá, entonces es ir más allá de lo que dice nuestra Constitución, que prohíbe el uso militar de tecnología nuclear, por tanto no podría estar de acuerdo.

El canciller Celso Amorim, al recibir durante tres horas a Clinton, le reiteró la firme oposición de Brasilia a la aplicación de sanciones a Teherán a causa de su programa nuclear por considerarlas contraproducentes.

Señaló que Estados Unidos y Brasil comparten el objetivo de evitar que Irán oriente su plan nuclear a fabricar armas, pero persiste la diferencia sobre el camino para lograrlo.

Apuntó que la diferencia es que vale la pena un esfuerzo y que cuando el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) visite Brasil le va a sugerir que convoque a negociadores iraníes, y tal vez con la presencia de algún interlocutor nuevo.

Luego de la reunión, durante una conferencia de prensa junto con Amorim, Hillary Clinton aprovechó la ocasión para insistir en su posición y responder a Lula al afirmar que Irán solamente negociará de buena fe si son aplicadas sanciones por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Brasil cree que todavía hay espacio para la negociación, apuntó una Clinton decepcionada y escéptica. Asimismo, se quejó de que Irán lo que hace es correr a Brasil, China o Turquía a los que dice cosas diferentes para eludir las sanciones.

Reiteró el argumento, como lo hizo también ante congresistas brasileños, de que Irán desarrolla armas nucleares contra Israel y para tener hegemonía en Medio Oriente y sobre los pueblos árabes.

En respuesta, Amorim recordó que en sus años de embajador de Brasil en la ONU arreciaban las denuncias contra Irak por el supuesto plan de fabricar armas de destrucción masiva, que al final no se materializó, y la destrucción para Irak y el mundo fue enorme.

Desde Viena, Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea reunidos en la AIEA acusaron a Irán de violar normas de transparencia al aumentar el enriquecimiento de uranio sin la supervisión de la ONU y afirmaron que su comportamiento provocativo instaba a sanciones más duras.

Sin embargo, China se opuso nuevamente y abogó por continuar las negociaciones.

Irán advirtió sobre la pérdida de independencia de la AIEA y de crear ambigüedad en la opinión pública al emitir informes que no corresponden a la realidad.

El representante iraní ante ese organismo internacional que regula la energía atómica, Asghar Soltanich, dijo que la repetición de acusaciones es una tendencia peligrosas que busca implicar a la AIEA más allá de sus estatutos.