El sector privado consideró que el mercado brasileño es una alternativa ante la necesidad de diversificar las exportaciones nacionales, pero consideró poco factible que ese país elimine las barreras no arancelarias que impone.

Luego de que los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, acordaron reunirse para analizar un acuerdo estratégico de integración económica con miras a un posible tratado de libre comercio, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani, dijo que de poco serviría cualquier tratado o acuerdo si nuestras exportaciones enfrentan barreras no arancelarias.

El dirigente señaló que Brasil representa el segundo mercado del continente, con importaciones totales por más de 170 mil millones de dólares anuales, 95 por ciento de las cuales provienen de productos industriales, en los que México tiene un liderazgo considerable.

Indicó que en la actualidad los envíos de productos mexicanos a ese país apenas llegan a 2 mil 206 millones dólares, 1.3 por ciento del total de las compras brasileñas en el exterior. No obstante, a la fecha la balanza comercial entre ambas naciones ha sido desfavorable para México en 970 millones de dólares, por lo que debe analizarse si es conveniente pactar un acuerdo comercial general o varios convenios sectoriales, planteó Gutiérrez Candiani en un mensaje videograbado.

Destacó que ese país es el quinto más poblado del mundo, con casi 200 millones de habitantes, y tiene un producto interno bruto (PIB) superior a un billón 500 mil millones de dólares anuales, que lo ubican entre las 10 mayores economías, y lo convierten en un mercado potencial para las exportaciones mexicanas.

Agregó que en conjunto ambas naciones representan 66 por ciento de la economía y 50 por ciento de la población de Latinoamérica, pero sólo 20 por ciento del comercio dentro de la región.

Por ello demandó al gobierno federal asegurarse de que Brasil aceptará un proceso de facilitación comercial. La nación sudamericana ocupa el lugar número 82 en cuanto a imposición de barreras no arancelarias, contra la posición 55 de México.