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Un mesero de origen dominicano fue llevado a migración pese a tener doble nacionalidad, dicen

Empleados del Bar Bar denuncian abuso por retraso en su liberación

Desestima Mancera declaraciones del gerente del antro contra esposa de Salvador Cabañas

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Momento en que algunos de los seis trabajadores del Bar Bar acusados de estar implicados en la agresión contra Salvador Cabañas abandonan el Reclusorio OrienteFoto Luz Acevedo/ Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de febrero de 2010, p. 27

Luego de salir de Reclusorio Oriente la madrugada de este viernes, seis empleados del Bar Bar vinculados a la agresión contra del futbolista Salvador Cabañas acudieron a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para interponer una queja contra la Subsecretaría del Sistema Penitenciario al considerar que violó los tiempos procesales y retrasó su liberación.

Acusados del delito de encubrimiento por favorecimiento, la juez 41 de paz penal les fijó el jueves una fianza de 50 mil pesos a cada uno de ellos, la cual, aseguraron, pagaron desde las 14 horas de ese mismo día; sin embargo, fueron puestos en libertad después de las 3 horas de ayer.

En la queja interpuesta por su representación legal, también se incluye una protesta por la situación del mesero Ihosvani Díaz Díaz, originario de República Dominicana, quien fue trasladado a las oficinas del Instituto Nacional de Migración, ubicadas en la delegación Iztapalapa, con el propósito de acreditar su estancia legal en el país, pese que cuenta también con la nacionalidad mexicana.

Los otros trabajadores liberados son el capitán de meseros Farid Dib Cabrera; los vigilantes Édgar López Luna, Enrique Fichtl García y Heriberto González Vargas, así como el empleado de limpieza Javier Ibarra Coronel, quienes pasaron menos de 48 horas internados en el Reclusorio Oriente, luego de pasar casi 30 días arraigados y podrán seguir su proceso en libertad.

Así, el único de los siete empleados del Bar Bar implicados en la agresión del jugador del equipo América, ocurrida el pasado 25 de enero, que continúa privado de su libertad, es el gerente del establecimiento Carlos Cázares Ocaña, quien se encuentra en el Reclusorio Sur y cuya situación jurídica se definirá a más tardar el próximo miércoles, toda vez que pidió la duplicación del término legal para que se dictamine si se le declara auto de formal prisión.

En su caso, no alcanza derecho a fianza pues el delito del que se le acusa, coparticipación en homicidio calificado en grado de tentativa, es considerado grave, ya que entre otras irregularidades la procuraduría capitalina lo acusa de obstaculizar la acción de la justicia, modificar la escena de los hechos y permitir la huida de los agresores: José Jorge Balderas Garza, El JJ, y su acompañante, identificado como El Paco.

Durante la diligencia, que se realizó el jueves en el citado juzgado, para informarle sobre la acusación que pesa en su contra, Cázares Ocaña aseguró que fue María Alonso Mena, esposa de Salvador Cabañas, quien le propuso en primera instancia decir que la agresión sucedió afuera del bar para evitar así un escándalo con la prensa.

Esta declaración, fue desestimada por el titular de la PGJDF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien la calificó como un argumento de la defensa del acusado que no cambiará la situación legal del gerente del Bar Bar.

Aún así, agregó el funcionario, se instruyó al Ministerio Público robustecer y adicionar todos los elementos de prueba que haya necesidad para dar soporte a la acusación final contra Cázares Ocaña.