Valle de Chalco, Méx., 24 de febrero. La actividad económica en la colonia San Isidro está paralizada. Algunos comerciantes perdieron todo en sus negocios y la mayoría no tiene dinero para empezar de nuevo.

Unos cuantos pequeños empresarios están en condiciones de trabajar, pero no pueden hacerlo porque la Secretaría de Salud lo prohíbe, con el argumento de que la zona aún está contaminada, 19 días después de la inundación provocada por la fractura del canal Río La Compañía.

Los habitantes de esta comunidad no tienen agua potable desde el 5 de febrero y no pueden comprar ropa, zapatos ni alimentos con los certificados y monederos electrónicos que les entregaron autoridades federales y estatales, porque tales artículos fueron catalogados como de lujo.

Magdaleno Mejía Gómez, propietario de la farmacia Acuario, en la avenida División del Norte, perdió 800 mil pesos en medicamentos y perfumería. Nadie le ha ayudado. A punto de cumplirse tres semanas de la inundación, Mejía Gómez sigue limpiando su negocio para tratar de reanudar las ventas con los pocos productos que logró salvar.

Sin embargo, no puede reiniciar actividades; tampoco los propietarios de una cocina económica, una tortillería, una panadería y una taquería ubicadas en División del Norte, porque el sector salud les notificó que no pueden abrir y quien lo haga será bajo su propio riesgo.

Juan Pineda Torres y sus socios son dueños de una maderería ubicada en la lateral de la autopista México-Puebla. Perdieron alrededor de un millón y medio de pesos porque cinco contenedores se echaron a perder luego de estar 10 días bajo las aguas negras.

El montacargas del negocio quedó inservible. Han pasado 19 días y Juan Pineda todavía aguarda a que el gobierno estatal cumpla la promesa de enviar maquinaria para sacar toda la madera que se pudre dentro de la nave.

Sin recursos y sin apoyo económico, Pineda Torres presentará una demanda precautoria hasta no ver claro por las pérdidas económicas y por la falta de ayuda para desinfectar el inmueble.

Productos básicos, un lujo

Las historias se repiten a lo largo de la lateral de la autopista México-Puebla y en la avenida División del Norte. En la colonia San Isidro los vecinos siguen sin recuperarse del desastre. Tienen 19 días sin agua potable y las pipas enviadas por el gobierno sólo llenan botes de no más de 50 litros.

Otros colonos que perdieron su empleo están molestos por no tener ropa ni zapatos y porque no pueden adquirir productos básicos con los apoyos entregados por los gobiernos federal y estatal.

Rufino Nicolás Sánchez, vecino de la calle Norte 13, usó los 10 mil pesos que le dio la Secretaría de Desarrollo Social federal para comprar una estufa, un televisor y un mueble.

Los empleados de una tienda departamental que visitó le dijeron que no podía adquirir comida, zapatos, ropa, televisores de pantalla plana, teléfonos celulares ni computadoras. Perdimos todo. No tenemos ni ropa, pero en la tienda Coppel nos dijeron que no podíamos comprar ningún artículo de lujo recordó.