Hasta enero, se albergaba a mil 226 personas en esa condición
Miércoles 24 de febrero de 2010, p. 8
La mayoría de refugiados en México enfrentan discriminación por su aspecto físico, el color de la piel e incluso por su acento.
Lo anterior repercute en inestabilidad económica y social para ellos y sus familiares, principalmente por la dificultad para encontrar empleo estable, inscribirse en la escuela y ocupar, sin ser molestados, una vivienda digna, sostuvo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur).
Esta oficina elaboró un estudio acerca de la integración local de personas refugiadas en México, en el que explica que algunos de los retos que enfrentan los refugiados no son atribuibles a su situación particular (la falta de empleo formal afecta también a los mexicanos), pero pueden agravarse por su condición de extranjeros o por la discriminación de que son objeto por su apariencia o nacionalidad.
De acuerdo con cifras recientes (enero de 2010), México alberga a mil 226 personas refugiadas (36 por ciento mujeres). Este indicador va a la baja, porque a finales de 2007 había mil 616.
Sin embargo, la tasa de autorización de solicitudes de asilo continúa siendo mínima. En 2009, 680 personas solicitaron estatus de refugiado en México y sólo 113 fueron reconocidas en esta condición.
Del sector de refugiados, 22.9 por ciento son guatemaltecos; 16.3, colombianos; 14.9, salvadoreños; 14.2, haitianos, y 4.2 por ciento de la República Democrática del Congo. También hay algunos procedentes de Irak.
“En nuestro país los refugiados enfrentan una discriminación muy fuerte, especialmente los indígenas procedentes de Centroamérica y los de origen afro o provenientes de aquel continente”, señaló Emilio Chávez, director de Sin Fronteras, organización civil de apoyo directo al migrante.
Respecto del caso Haití, el representante del Acnur en México, Fernando Protti-Alvarado, indicó que 70 familias de esa nación caribeña, gravemente afectada por el terremoto del mes pasado, pretenden traer otros familiares a México. El requisito que imponen las autoridades migratorias para este grupo es que los radicados en el país tengan un ingreso estable.
No se trata sólo de traer gente, sino que vengan a México a sufrir menos
, dijo Protti.
El director de Sin Fronteras sostuvo que si bien hubo respuesta favorable del gobierno mexicano, hay muy poca difusión del programa de apoyo a los haitianos, el cual, precisó, tiene carácter temporal, por 90 días.
Así, los refugiados siguen enfrentando dificultades en México, principalmente inestabilidad económica, falta de empleo y trato discriminatorio, así como inestabilidad residencia; dificultad para revalidar estudios y menor acceso al mercado laboral, en comparación con los nacionales.
El Acnur dijo que siguen llegando refugiados a México, sólo que ahora no se trata de grupos masivos procedentes de un solo país vecino, sino de personas que llegan solas o acompañadas de algunos familiares y se ubican principalmente en las ciudades, lo cual representa importantes retos para su integración al país
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