El lunes por la noche Margo Glantz regresó a la ciudad de México y el martes por la mañana estaba lista para el homenaje que se le rinde en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su alma mater.

Llegó desde India al Aula Magna “con un jetlag de 12 horas y después de un viaje de más de 30”, para escuchar los análisis acerca de su obra de ficción y ensayística, de su trabajo de académica e investigadora en un reconocimiento organizado con motivo de su cumpleaños 80, celebrado el pasado 28 de enero.

“Estoy muy emocionada, veo como un fantasma por el jetlag. Estoy conmovida dentro de lo que un fantasma que viene del exterior puede estar conmovida. No lloro, porque no tengo lágrimas; pero lloraría si las tuviera”, dijo Margo, colaboradora de La Jornada, vestida de negro y con una pashmina color camello al hombro. Elegante y sonriente escuchó, primero en el presídium y después en primera fila, lo que los demás conocen de ella.

Este homenaje de dos días a la escritora, periodista, promotora cultural, académica, investigadora, ensayista, viajera y funcionaria se realiza desde ayer y continúa este miércoles en el mismo escenario.

Las mesas están dedicadas a investigación, creación y crítica literaria, docencia, la revista Punto de Partida, difusión y periodismo. Las sesiones están acompañadas por una pequeña exposición en la que además de fotografías y artículos que la representan, como unos zapatos, están las ediciones de algunos de sus libros.

En estos dos días se presentarán diversas aristas de esta figura realmente significativa y emblemática de la universidad, dijo Gloria Villegas, directora de la Facultad de Filosofía y Letras, al presentar las mesas de análisis.

Una de las principales características de Margo es este gozo por la vida intelectual que es capaz de compartir, que ha estado presente en nuestra facultad, y ese espíritu creativo de las humanidades y cuya obra es imposible de cuantificar porque es inmensa en todos los sentidos y que llega a la excelencia. Porque Margo no tiene un momento de plenitud, sino muchas plenitudes, añadió la funcionaria universitaria.

Margo Glantz, en imagen del pasado 31 de enero, cuando recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes por su trayectoria literaria, como parte de los festejos por sus 80 añosFoto Cristina Rodríguez

Un mapa de rutas

En la primera mesa se habló del trabajo de Glantz de investigadora de personajes como Sor Juana Inés de la Cruz o la Malinche. Los ponentes invitados rexaminaron sus textos –en especial Saña y Las genealogías–, su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, el lugar que tienen en su obra el cuerpo y el erotismo como temas centrales y que, como dijo la investigadora Juliana González, tienen una resonancia filosófica y sicológica.

El filósofo Carlos Pereda habló de ese rompecabezas judío llamado Margo Glantz, en el que las piezas conforman un todo, un personaje ajeno a la monotonía.

De sus ensayos, Juan Coronado dijo: Al visitar de nuevo los trabajos que Glantz ha publicado, descubrimos un mapa de rutas, un cuerpo crítico que se ha construido a retazos y que ahora vemos de cuerpo entero.

Participaron también en esta mesa Antonio Rubia y María Águeda Méndez, quienes dieron paso a la segunda mesa, dedicada a la creación y crítica literaria, en la que hablaron Federico Patán, Anamari Gomís, Ana Rosa Domenella, Ana García Bergua y Pedro Serrano, quienes coincidieron en que si no se han leído las obras de Margo Glantz es el momento de hacerlo, y si ya se leyeron es buen momento también para releerlas.

Glantz ha vivido para la literatura y sus diferentes ocupaciones son simple complemento de la urgencia que ha mostrado siempre por escribir, dijo Patán.

Después de las 13 horas dio comienzo la tercera mesa, dedicada a la docencia, trabajo que la autora de No pronunciarás ha ejercido durante cinco décadas. Por la tarde, se realizó una segunda parte del homenaje en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo.

A la par de las mesas redondas, se inauguró la muestra Margo Glantz: apariciones y evanescencias, que puede visitarse desde ayer y hasta el jueves en las salas A y B de la facultad.