Luego de experimentar su peor caída anual en 14 años (7.3 por ciento), el sector industrial demandó al gobierno federal impulsar un programa de rescate, modernización y fortalecimiento de la planta fabril mexicana. De lo contrario, aseguró la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), no habrá crecimiento sostenido, incluyente, ni capacidad para generar más y mejores oportunidades laborales para la población en edad de trabajar.

Señaló que en 2009 el sector fue el más afectado por la recesión mundial y el deterioro del clima para los negocios en el territorio nacional.

Sin embargo, recordó que las dificultades para la planta productiva nacional no comenzaron con la crisis financiera mundial a finales de 2008, sino que se remontan a 2007, cuando empezó a perder dinamismo la producción.

Destacó en un comunicado que la producción fabril ha retrocedido en los últimos cuatro años, mientras la estabilidad macroeconómica no se ha traducido en un avance sostenido de la actividad industrial.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Humberto Jaramillo, sostuvo que la recuperación y el crecimiento económico serán endebles si se obedece sólo a las prioridades electorales de la política partidista, que atiende intereses personales y de grupo.

Por ello pidió al gobierno federal poner en marcha políticas dirigidas a incentivar el ahorro y la inversión, particularmente en sectores prioritarios de la industria, a fin de impulsar un crecimiento homogéneo que se caracterice por privilegiar a sectores y ramas que permitan transferir mayor dinamismo al resto de la economía.

En caso contrario, nuestro incipiente crecimiento podría ser muy débil y endeble, sujeto a los ataques de cualquier otro movimiento económico mundial negativo, advirtió.

Mediante comunicado la Canacintra indicó que para este año México tendrá mayor margen de maniobra y éxito en el nuevo contexto global, en la medida en que sepa aprovechar las oportunidades que se abren y se ponga en marcha un proyecto nacional con beneficios tangibles, crecientes y permanentes para todos los mexicanos en la economía real.

Sin embargo, sentenció que la clave para salir de la crisis hacia el crecimiento sostenido está en lograr verdaderas reformas estructurales (fiscal, energética, laboral y educativa) para generar más inversión, competitividad y eficiencia, siempre con el aparato productivo como punta de lanza.