Domingo 14 de febrero de 2010, p. 8
La presencia del Ejército en Ciudad Juárez, Chihuahua, cumple una función de control de la disciplina social a fin de evitar una subversión y no de un combate real contra el narcotráfico
, afirmó Fernando Tenorio Tagle, experto en seguridad pública y coordinador del proyecto Ciudades Seguras, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Advirtió que enfrentamos el grave riesgo de aceptar la violencia como algo cotidiano, con un alto costo social y político. Lo mismo ocurrió en Colombia cuando entró el ejército y la situación empeoró. Ahora están contentos con la tasa de homicidios, que es tres veces superior a la de México, porque en sus estadísticas están bajando. Eso es lo peor que nos puede pasar: habituarnos a vivir con la violencia
.
Tenorio Tagle, profesor-investigador de la UAM-Azcapotzalco, recordó que en la presidencia de Vicente Fox Quesada el promedio de ejecuciones ligadas a la delincuencia organizada fue de mil anuales, pero en los dos primeros años de Felipe Calderón se duplicó, y en 2009 fueron más de 4 mil 500 muertes violentas en el país. La variable que explica este incremento es clara. Con el actual gobierno el Ejército participó más activamente, a pesar de que es evidente que una guerra genera más guerra, y la violencia sólo propicia más violencia
.