Sociedad y Justicia
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Adopciones heterosexuales garantizan bienestar de los infantes, afirma el Vaticano

Defiende Joseph Ratzinger derecho de los niños a tener madre y padre

Condena el Papa los deplorables casos de pederastia cometidos por algunos sacerdotes

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El papa Benedicto XVI durante su mensaje a los fieles reunidos en la Plaza de San PedroFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 9 de febrero de 2010, p. 39

Ciudad del Vaticano, 8 de febrero. El Papa defendió hoy el derecho de los niños a tener un padre y una madre y a crecer en una familia unida, y condenó todo atentado contra la infancia, incluso los deplorables casos de pederastia cometidos por sacerdotes católicos.

El pontífice hizo estas afirmaciones durante una audiencia que concedió, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, a los asistentes a la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, que se reúne estos días en Roma.

Es justamente la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, la ayuda más grande que se pueda ofrecer a los niños. Ellos quieren ser amados por una madre y un padre que se amen, indicó en un discurso pronunciado en italiano.

“(Los pequeños) –agregó– tienen necesidad de habitar, crecer y vivir junto con los dos padres, porque las figuras materna y paterna son complementarias en la educación de los niños y en la construcción de su personalidad y de su identidad.”

Joseph Ratzinger animó a hacer todo lo posible por asegurar a los infantes familias unidas y estables; por ello instó a exhortar a los cónyuges a no perder nunca de vista las razones profundas y la naturaleza sagrada de su pacto matrimonial.

Expresó que un ambiente familiar no sereno, la separación, y en particular el divorcio, tienen consecuencias negativas para los niños. Más adelante el Papa recordó que la Iglesia católica, a lo largo de los siglos, ha promovido la protección de la dignidad de los menores y, en muchos modos, ha asumido su cuidado.

Por desgracia, en diversos casos algunos de sus miembros, actuando en contraste con este empeño, han violado tales derechos: un comportamiento que la Iglesia no deja y no dejará de deplorar y condenar, reconoció.

Instó a no bajar jamás el nivel del respeto y amor por los niños, en respuesta a las duras palabras de Jesús –contenidas en la Biblia– contra quien los escandaliza.

En su mensaje Benedicto XVI recordó además la celebración del sexto Encuentro Mundial de las Familias en la ciudad de México, en enero de 2009, y expresó su reconocimiento al cardenal Norberto Rivera por su generoso empeño.

Empatía, pide Antonelli

Por su parte, el presidente del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano, Ennio Antonelli, aseguró hoy que garantizar las adopciones únicamente a parejas heterosexuales significa tutelar los intereses y el bienestar de los niños.

Al inaugurar en Roma los trabajos de la asamblea plenaria del organismo que dirige, el purpurado manifestó que en la actualidad se habla tanto de los derechos de los adultos, cuando es hora de dar la prioridad a los derechos de los niños.

Priorizar no el derecho de los adultos a tener un hijo y a tenerlo a toda costa, sino el derecho del niño a tener un padre y una madre que lo amen, a crecer junto a ellos, eventualmente a ser adoptado por una pareja formada por un hombre y una mujer, indicó.

“Si se vieran las cosas desde el punto de vista del interés del niño –agregó–, cambiaría la percepción del divorcio, la procreación artificial, la exigencia de los solteros y las parejas homosexuales a la adopción, de la prioridad dada a la profesión y a la carrera, de tantas otras cosas.”

Expuso que si se coloca en el lugar del infante no existiría motivo para conceder el matrimonio o cualquier reconocimiento público a una pareja homosexual, que quedaría colocada así entre las varias formas privadas de relaciones interpersonales.

Porque el matrimonio, desde el punto de vista civil, resalta su pleno significado en relación con los hijos y con el futuro de la sociedad, como institución de protección y de desarrollo, apuntó.

Es solamente por los niños que las relaciones sexuales se vuelven importantes para la sociedad y dignas de ser tomadas en consideración por una institución legal, sostuvo.

Drogadictos y violadores

Antonelli citó algunas consecuencias negativas de lo que bautizó como no familia, es decir la familia disgregada, incompleta, recompuesta, reducida a convivencia, de hecho hetero u homosexual que, dijo, lleva a sufrimientos, daños físicos, sicológicos, sociales y económicos.

En Francia los hijos de padres separados presentan, incluso después de años, problemas sicológicos, de adaptación social y de rendimiento escolar o laboral, constituyen 50 por ciento de los drogadictos y 80 por ciento de los internados en siquiatría, aseguró.

En Estados Unidos, afirmó, los hijos crecidos sin la presencia materna constituyen 60 por ciento de los violadores, 63 por ciento de los suicidas jóvenes, 69 por ciento de las víctimas de abusos sexuales, 72 por ciento de los adolescentes homicidas y 85 por ciento de los jóvenes en la cárcel.