Bogotá, 8 de febrero. La Policía Nacional de Colombia informó hoy que, con ayuda de la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés) y la oficina de la fiscalía general con sede en Dallas, logró la captura de 21 presuntos narcotraficantes dedicados a la exportación de cocaína, algunos de los cuales tenían vínculos directos de negocios con la banda del mexicano Joaquín El Chapo Guzmán.

El general Óscar Naranjo, director de la corporación policial colombiana, dijo en conferencia de prensa que uno de los capturados en la denominada Operación Fronteras es una mujer que servía de enlace entre los cárteles colombianos y el capo mexicano, prófugo desde hace nueve años tras escapar de un penal de alta seguridad en el estado de Jalisco.

Naranjo no reveló el nombre de la mujer que tenía comunicación con El Chapo, pero el diario bogotano El Espectador publicó en su sitio de Internet una lista de los 21 presuntos narcotraficantes en la que sólo había un nombre femenino, el de María Patricia Rodríguez Monsalve, de quien no se dieron más referencias.

Entre los arrestados figuran 12 pilotos de aviones pequeños, pero con suficiente capacidad de almacenamiento de combustible para desplazarse sin escalas entre Colombia, Centroamérica y México.

Un total de 25 aeronaves fueron inmovilizadas, la mayoría del tipo King 500, que daban servicio con el membrete de empresas fantasmas. Tan sólo uno de los detenidos disponía de cinco aviones, explicó Naranjo.

Entre los aprehendidos no hay una figura emblemática de las organizaciones delictivas colombianas, dijo el funcionario, pero advirtió que estamos dando un golpe que estimamos es certero e impacta la operación de manera real en cuanto a que un número significativo de estos delincuentes son fundamentalmente pilotos poseedores de empresas que movilizan grandes cantidades de drogas utilizando distintas rutas.

Con estas capturas se neutraliza a las cuatro organizaciones colombianas que en este momento monopolizan el mercado de las drogas y se afecta directamente al corazón de su estructura de exportación, señaló Naranjo. Esta es la mayor movilización de la policía colombiana contra la mafia local desde que en 1999 concluyó la Operación Milenio, mediante la cual fueron detenidos 43 traficantes que tenían nexos con delincuentes mexicanos radicados en Jalisco.

En la Operación Fronteras, decenas de policías fueron desplazados a las ciudades de Medellín, Bogotá, Cali, Bucamaranga, Ibagué y una pequeña localidad del departamento de Casanare, en el noreste del país. La mayoría de los arrestos se realizaron en Medellín y fueron resultado de dos años de investigación y seguimiento encubierto de las actividades de los delincuentes, precisó Naranjo.

Para los 21 detenidos hay pedidos de extradición desde la oficina de la fiscalía federal estadunidense con sede en Dallas. Los dos más destacados narcos colombianos capturados en esta operación son conocidos como El Valenciano, los hermanos Comba, El Loco Barrera y los hermanos Mejía Munera, apodados Los Mellizos.

Satisfacción del presidente Uribe

Por otra parte, el presidente Álvaro Uribe calificó de un golpe importante al narcotráfico la captura de las 21 personas mencionadas, que estaban al servicio de los cárteles colombianos y de México.

Es un paso en la dirección correcta; ojalá podamos capturar a todos, declaró el jefe de Estado a los medios de comunicación, luego de encabezar una reunión del consejo de seguridad en Caucasia, en el noroccidente de Colombia.

Uribe señaló que las capturas son de gran importancia, ya que estas personas están vinculadas directamente con las bandas criminales, que son las responsables de homicidios y otras acciones violentas en nuestro país.

Finalmente, el mandatario explicó que el responsable de la operación, el general Óscar Naranjo, le informó que se trató de una investigación de más de dos años, que finalmente llevó a la captura de estos delincuentes.