El gobernador de la provincia culpa del atentado a Al Qaeda y simpatizantes del Baaz
Reporta el Ministerio de Salud más de 144 heridos
Tercera agresión contra chiítas en 7 días
Sábado 6 de febrero de 2010, p. 18
Bagdad, 5 de febrero. Al menos 41 personas murieron y 144 resultaron heridas hoy en la sureña ciudad iraquí chiíta de Kerbala, cuando un obús fue lanzado contra peregrinos durante el último día de los festejos religiosos que recordaron el fallecimiento del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma, en el siglo VII.
El gobernador de la provincia, Amal Eddin Her, indicó que el obús de mortero fue disparado desde una región agrícola al noreste de Kerbala y cayó en Kantarat al Salam
, a tres kilómetros al este de la ciudad. Según el Ministerio del Salud, 41 personas perdieron la vida y 144 resultaron lesionadas.
El gobernador atribuyó el ataque a la red Al Qaeda, ayudada por simpatizantes del partido Baaz del derrocado y ejecutado presidente Saddam Husein. Sin embargo, una fuente del Ministerio del Interior afirmó que el atentado fue cometido con dos coches bomba, pero no dio más detalles.
El ataque ocurrió en el día más importante del festival de Arbain y fue el tercero de esta semana contra peregrinos chiítas en medio de tensiones políticas por la prohibición de candidatos, en su mayoría sunitas, de presentarse en las elecciones del próximo 7 de marzo.
Otros dos atentados cometidos por atacantes suicidas dejaron al menos 64 muertos y 250 heridos los días lunes y miércoles pasados, durante esta celebración que marca el aniversario de la muerte del imán Hussein, figura emblemática para la comunida chiíta, caído hace 13 siglos en una batalla que debía simbolizar el principal cisma del Islam.
La violencia en Irak ha disminuido drásticamente, pero las reuniones chiítas son usualmente atacadas por supuestos sunitas.
Milicianos lanzaron desde agosto pasado una serie de ataques suicidas coordinados sobre Bagdad, que apuntan a minar el apoyo al primer ministro chiíta Nuri Maliki de cara a los comicios de marzo.
Proscritos durante el gobierno de Saddam Hussein, Arbain y otros actos religiosos han reunido a millones de chiítas no sólo de Irak, sino también de países vecinos, como Irán, desde que el líder iraquí fue derrocado tras la invasión liderada por Estados Unidos, el 20 de marzo de 2003.