Londres, 5 de febrero. Un grupo de científicos usó un sistema de páncreas artificial con bombas y monitores para mejorar el control del azúcar en sangre en pacientes diabéticos, primer estudio en demostrar que el nuevo dispositivo supera al tratamiento convencional.

Investigadores de la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, probaron el dispositivo en 17 niños con diabetes tipo 1 durante varias noches en el hospital y descubrieron que 60 por ciento del tiempo mantenía sus niveles de azúcar en sangre dentro del rango normal.

El nuevo sistema, en el cual los pacientes deben usar un monitor del tamaño de una caja de fósforos y una bomba de tamaño similar con un tubo que inyecta insulina al cuerpo, también redujo a la mitad el tiempo que el azúcar en sangre cayó a niveles preocupantes o peligrosos, dijeron.

Los fabricantes del dispositivo médico trabajaron durante años para desarrollar el llamado páncreas artificial para transferir insulina a pacientes con diabetes tipo 1, enfermedad autoinmune en la que el cuerpo destruye su propia capacidad de fabricar la hormona.

Hacia la comercialización

Los cuerpos de los pacientes con diabetes tipo 1 se vuelven incapaces de procesar el azúcar y, si no son tratados, sus vasos sanguíneos y nervios empiezan a colapsar y sus órganos a fallar hasta que mueren.

“Estos dispositivos podrían transformar el tratamiento de la enfermedad, pero probablemente será un proceso gradual, dijo Roman Hovorka, líder del estudio, en entrevista.

El especialista dijo que los resultados eran “un importante escalón para avanzar hacia la comercialización del páncreas artificial, pero pronosticó que aún se necesitan varios años de refinamiento para que los pacientes puedan usar el dispositivo día y noche en su vida normal.

Es parecido a lo que pasó con los teléfonos móviles: cuando comenzamos, la tecnología no era muy buena y su funcionamiento era limitado, y llevó un número de generaciones llegar al dispositivo que tenemos ahora. Creo que pasará lo mismo con este sistema, señaló.